Legisladores de EEUU solicitan a Biden "un esfuerzo coordinado y global" para apoyar al pueblo de Cuba

El congresista Mario Díaz-Balart (centro), junto a los senadores Marco Rubio (izq.) y Rick Scott

Miembros del Senado y del Congreso de los Estados Unidos encabezados por el congresista Mario Díaz-Balart han enviado una carta al presidente norteamericano Joe Biden pidiendo firmeza y determinación por parte de su administración respecto a las demandas de libertad de los cubanos durante el levantamiento popular ocurrido del 11 al 13 de julio, según dio a conocer Díaz-Balar en su cuenta de Twitter.

“Hoy he dirigido una carta a @POTUS instándole a mantenerse firme con el pueblo cubano, poniendo la democracia y los derechos humanos al frente del enfoque de la administración, y a liderar un esfuerzo coordinado y global por la libertad de #Cuba. #SOSCuba”, escribió el congresista nacido de familia cubana.

La carta, con fecha del 14 de julio y firmada por doce senadores y congresistas, expone en primer plano el interés de los firmantes en la situación de los derechos humanos en Cuba la situación del pueblo cubano.

Este es el contenido de dicha carta en su totalidad.

“Como miembros del Congreso con un profundo interés en apoyar la democracia y los derechos humanos en Cuba le instamos a que continúe con la sólida política de la anterior administración hacia Cuba, situando la democracia y los derechos humanos en el primer plano de su enfoque.

El 11 de julio de 2021, miles de cubanos inundaron las calles de todas las provincias de la isla con gritos de "¡Libertad!" y "¡Basta!", incluso en las escaleras de la sede del Partido Comunista en La Habana.

El régimen cubano respondió a estas protestas pacíficas con violencia, detenciones arbitrarias, palizas y el cierre de Internet. En las redes sociales se han publicado numerosos vídeos y relatos de primera mano que revelan la comisión de abusos contra los derechos humanos, como palizas por parte de agentes de paisano y disparos con munición real contra manifestantes pacíficos desarmados, la denegación de atención médica a los heridos por parte de la Seguridad del Estado, las detenciones arbitrarias y las desapariciones de activistas como José Daniel Ferrer, Guillermo Fariñas y Luis Manuel Otero Alcántara.

Nos preocupa el silencio inicial de la Administración por la deslucida respuesta a las apasionadas súplicas de los cubanos que arriesgan su vida por la libertad. La Subsecretaria en funciones Julie Chung emitió dos pálidos tweets, culpando a la COVID de las protestas mientras no expresaba una solidaridad inequívoca con el pueblo cubano en sus demandas de libertad y democracia.

Hasta la fecha, la administración no ha tenido la claridad que este momento crucial requiere y no ha condenado enfáticamente la dictadura ilegítima, ni ha proclamado los derechos del pueblo cubano a un gobierno democrático y a los derechos humanos que han sido el sello de la política de EE.UU. hacia Cuba durante la mayor parte de las últimas seis décadas.

Como la ley y la política de Estados Unidos han dejado claro, se requiere mucho más que el derecho a "reunirse pacíficamente". Todos los presos políticos deben ser liberados incondicionalmente, se debe legalizar la expresión y la prensa independiente, los sindicatos y los partidos políticos, y se deben programar elecciones libres, justas y multipartidistas.

Solicitamos su liderazgo en la coordinación de una respuesta mundial que condene la dictadura ilegítima en Cuba y presione por los derechos fundamentales, y le apoyaríamos con entusiasmo en esos esfuerzos.

También nos alarmó especialmente que su Administración debilitara las sanciones a la industria petrolera de Venezuela al día siguiente, el 12 de julio, anulando las sanciones impuestas por dos órdenes ejecutivas del presidente Trump.

El debilitamiento de estas sanciones proporciona un salvavidas a la corrupta industria petrolera de Venezuela, mediante la cual los regímenes de Maduro y Cuba compran influencia y herramientas de represión para subyugar a los pueblos venezolano y cubano.

Permitir que fluyan más ingresos a estas dictaduras opresivas es particularmente reprobable en el mismo momento en que el pueblo cubano está exigiendo libertad.

Esta es precisamente la dirección equivocada para una política de avance hacia la libertad. En su lugar, deberían imponerse sanciones y aplicarse rigurosamente contra las entidades y personas que hacen negocios con estas brutales dictaduras.

Por otro lado, su administración dispone de muchas herramientas para impulsar una agenda a favor de la libertad. En virtud de las autoridades existentes, incluida la Ley Global Magnitsky, el Departamento de Estado podría sancionar a las personas implicadas en abusos contra los derechos humanos, congelando así sus cuentas y denegando su capacidad para viajar a Estados Unidos. Las atrocidades cometidas por el régimen deben tener consecuencias, y el gobierno de Estados Unidos debe enviar el mensaje unificado de que quienes cometen estos crímenes tendrán que rendir cuentas.

Además, hay que reforzar y aumentar las transmisiones a la isla y el apoyo a la democracia. La solicitud de su administración de menos de 13 millones de dólares para transmisiones a Cuba es una cifra vergonzosamente baja. Esta financiación es igual a las cantidades proporcionadas a mediados de la década de 1980, antes del establecimiento de la Televisión Martí.

En este momento crítico para el pueblo cubano, y dado que el régimen está bloqueando el acceso a Internet, el acceso a la información exterior en Cuba es fundamental. El pueblo cubano debe escuchar a Estados Unidos, a otros movimientos disidentes y al resto del mundo. Con ese fin, su administración debería ampliar el acceso a Internet, las emisiones y la información a Cuba, no paralizarlas.

Su administración ha llegado a una encrucijada rara vez encontrada en la historia de la humanidad: puede mantenerse firme junto a un pueblo oprimido y sufrido en sus inatacables demandas de libertad, o puede continuar por el camino de la debilidad y la ceguera moral.

Esta es una elección fácil. Por estas razones, le instamos a que abandone los planes para debilitar las sanciones o legitimar de otro modo la dictadura ilegítima de Cuba. Además, dentro de todas las normas y regulaciones aplicables, le instamos a utilizar toda la fuerza de todas las herramientas a su disposición, incluyendo la programación de la democracia, la radiodifusión, la diplomacia mundial y las sanciones, para librar al pueblo cubano de la plaga comunista que lo ha ahogado y sus aspiraciones democráticas durante demasiado tiempo.

El pueblo cubano será libre y recordará a quienes estuvieron a su lado. Esperamos que puedan contar con ustedes para estar a su lado.

Firman:

Congresistas: Mario Díaz-Balart; Kevin McCarty, Líder Republicano; Steve Scalise, “Látigo” Republicano; Senador Marco Rubio; Senador Rick Scott; Elise Stefanik, Congresista; Anthony González, Congresista; Carlos Giménez, Congresista; Nicole Malliotakis, Congresista; María Elvira Salazar, Congresista; Alex X. Mooney, Congresista.