La manera en la que los inmigrantes cubanos son tratados en territorio estadounidense podría cambiar en algunos aspectos, dijo a CNN Marc Rosenblum, subdirector del Programa de Inmigración de Estados Unidos en el Instituto de Política Migratoria.
"Con la campaña política al rojo vivo para la elección presidencial de 2016, es poco probable que haya alguna revisión de las leyes de inmigración de Estados Unidos. Pero las políticas sobre el manejo de inmigrantes cubanos podrían cambiar en algunos aspectos con una mayor proyección u otras limitaciones", asegura Rosenblum, quien integró en 2009 el Equipo de Transición de Política de Inmigración del presidente Obama.
El número de personas que intentan llegar a Estados Unidos aumenta porque los cubanos temen que las políticas migratorias que los han acogido podrían cambiar ahora que las relaciones cambian, explicó Rosenblum.
"Hay una preocupación de que los privilegios especiales de los cubanos serán eliminados, por lo que los cubanos están tratando de salir antes", agregó.
"En los últimos años, hemos visto un aumento muy brusco en el número de cubanos, especialmente viajando por tierra", dijo Rosenblum.
Un portavoz del Departamento de Seguridad Nacional declinó comentar a CNN detalles sobre el tratamiento que recibirá el grupo de cubanos que aguarda en Centroamérica. Teniendo en cuenta la historia reciente, una vez más los inmigrantes cubanos serán recibidos cuando pongan pie en suelo americano con las facilidades que establece la Ley de Ajuste Cubano, explica la cadena de noticias.
"Incluso, si llegan ilegalmente, son admitidos en Estados Unidos y, después de un año y un día, se les concede la residencia", dijo Rosenblum.
"Son los ciudadanos del único país del mundo que goza de ese privilegio. Mientras que los inmigrantes de otros países tienen que pasar por procesos de selección en los casos de asilo, con los cubanos se asume que son refugiados huyendo de la persecución política", explicó el experto.
La última declaración del Gobierno de Estados Unidos sobre el asunto, divulgada en diciembre después de una ronda de conversaciones migratorias, reitera que el Gobierno no tiene planes de alterar la política migratoria actual con respecto a Cuba.
"Cuando se aprobó la Ley de Ajuste Cubano, el Gobierno estadounidense quería apoyar a los disidentes cubanos y vio al Gobierno cubano como un régimen represivo y autoritario", dijo Rosenblum y apuntó "en estos días esta es una posición cada vez más difícil de sostener".
"Las ventajas son cada vez más difíciles de aceptar cuando uno mira alrededor del mundo y cuando uno mira alrededor del hemisferio y hay un montón de otros países en los que las personas están huyendo en circunstancias al menos tan difíciles como las de Cuba, pero no son objeto de privilegios similares", explicó.