Publican carta inédita de Lezama Lima en la que confiesa su soledad

Fotografía facilitada por el Centro de Arte Moderno de Madrid en la que aparece el escritor cubano José Lezama Lima (2i), junto a su madre Rosa (2d) y sus hermanas, Rosa y Eloísa, en el balcón de su casa de La Habana.

"Esta carta tiene un significado muy especial y es muy importante porque marca de forma clara su sentimiento de soledad y ruptura, algo que él siempre mantuvo, pero en este caso se sentía, además, solo porque su familia estaba lejos, en Miami. Marca el sino de Cuba, que no es otro que la ruptura familiar"
El gran escritor cubano José Lezama Lima hoy hubiera cumplido 102 años y coincidiendo con esta fecha acaba de aparecer una carta inédita dirigida a su hermana Rosa, en la que el autor de "Paradiso" confiesa su vacío y soledad, un sentimiento incrementado por la ausencia de la familia exiliada en Miami y por el ostracismo a que lo sometió el régimen militar de la isla.

"Cada día que pasa siento la nostalgia de la familia, cuántas veces no lo he repetido? Nunca podré ser un ser feliz, pues si tuviese la familia me faltara la tierra, aunque realmente me conformo con muy poco, pero ya estoy convencido hasta colmar la copa
que nunca podré ser feliz, pues soy de esa raza de los que siempre le falta la otra mitad", según informa Efe. Así decía Lezama Lima en una carta escrita el 30 de junio de 1970.

Una carta facsimilar del manuscrito original que ve ahora la luz por primera vez y que aparece en una edición artesanal junto con el poema "La Madre", mecanografiado con firma y dedicatoria manuscrita, y cinco fotografías originales, dos de ellas que muestran a Lezama Lima junto a su madre y sus hermanas en diferentes pocas.

Instantáneas que después recordará Lezama (La Habana,1910-1976) cuando él está ya solo en La Habana, y su madre, de la que no se quiso separar nunca, ya ha muerto. En estas fotos también se muestra a su hermana Rosa junto a su hijo y nietos.

Todo este material ha quedado reunido en esta edición artesanal y única bajo el título de "La Madre", con una tirada de cien ejemplares firmados y numerados, publicada por el Centro de Arte Moderno de Madrid, con la colaboración de Ivette Fuentes de la Paz, especialista en Lezama, investigadora del Instituto de Literatura y Lingüística de La Habana, y quienes han hallado este material en los papeles y fondos que posee la familia del autor.

"Esta carta tiene un significado muy especial y es muy importante porque marca de forma clara su sentimiento de soledad y ruptura, algo que él siempre mantuvo, pero en este caso se sentía, además, solo porque su familia estaba lejos, en Miami. Marca el sino de Cuba, que no es otro que la ruptura familiar", explica a Efe Ivette Fuentes.

Y es que el poeta, narrador y ensayista, creador de una palabra poética en español única, "barroca, espiritual y excelsa", como dijo José Ángel Valente, solo salió de Cuba dos ves.

El resto de su vida estuvo en la isla, en una especie de autoexilio, enfermo desde la infancia. Fue obligado por su madre a casarse con la señora que la cuidaba y todos sus deseos y sentimientos -todo el mundo sospechaba que era homosexual- corrían
ahogados bajo su piel, con un silencio que solo mitigaba en su obra tan oceánica como su cuerpo.

Para la especialista, esta edición especial sale en un momento muy importante, "porque ahora que se cumplen los 50 años del "boom" latinoamericano se ha hablado muy poco de Lezama. Es justo ponerle en su sitio. Se cumplen los 50 años de la publicación de Rayuela de Julio Cortázar, pero también serán los 50 de Paradiso, de Lezama, en 1966, que entra de lleno en el "boom", del que fue un hito", subraya.

Lezama Lima, que murió en un hospital, abandonado por las autoridades políticas y culturales del país, estuvo muy ligado a su madre a quien cuidó hasta su muerte.

Nunca pidió salir de Cuba, incluso después de la muerte de la progenitora. Sus hermanas Rosa y Eloisa estaban lejos, y después, como apunta Ivette
Fuentes, en Cuba, después del 59, "se puso la cosa muy mal y se hizo casi imposible el contacto con el exterior".

Todo ello queda plasmado también en el poema "La Madre" que dice: "Vi de nuevo el rostro de mi madre/Era una noche que parecía haber escindido/la noche del sueño".