“Lo de ustedes es una falta de respeto con las madres cubanas, son unos descarados”, declaró una mujer, identificada en redes como Trilce Denis, quien arremetió contra los gobernantes de Cuba, ante la apremiante situación de los apagones y el desabasteciemiento de alimentos y medicamentos.
“Hasta cuándo vamos a tener nosotros que seguir aguantando apagones, hambre... ahora no hay harina, no hay pan, ahora yo quiero saber cuando empiece la escuela qué merienda se le va a dar a los niños para la escuela, qué merienda porque ya me tienen enferma de los nervios”, dijo la madre de 30 años, residente en La Habana.
Su video se ha viralizado en las redes sociales, donde ya supera las 28 mil vistas en su muro de Facebook y en una versión publicada en el canal de YouTube de la plataforma Cubanos por el Mundo tiene más de 22 mil reproducciones.
En su desesperada declaración, la cubana mostró la difícil situación que enfrentan la mayoría de las madres cubanas para alimentar y cuidar de sus bebés.
“No hay nada, no hay leche (…) Hasta cuándo es esto, no hay compotas, no hay culeros, no hay toallitas húmedas, no hay nada”, afirmó.
Your browser doesn’t support HTML5
La madre cubana dijo que ella no es el peor de los casos porque su familia que vive en el exterior le envía dólares pero se pone en la piel de otros que deben vivir de un salario en pesos.
La mujer dijo que no enviará a su hijo mayor a la escuela porque allí estarán niños que no tendrán nada para comer.
“Yo puedo comprarles a mis hijos unas galletitas en MLC porque tengo una madre en Estados Unidos que me va a mandar el dinero para las galletitas, pero y el que no tiene ni para comprarle un pan, va a ir a ver como mi hijo se come la galleta, el pobrecito, por eso no lo voy a mandar porque soy humana porque nada más de pensar que mi hijo está comiendo y el de al lado no, me da sentimiento”, aseguró.
Días atrás, la denuncia de Mileydi Ruiz Esparsa, madre cubana residente en la provincia Holguín, se disparó en las redes sociales por su descripción de la precariedad del sistema de salud en la isla.
"Llego al pediátrico con mi niña con fiebre, que no se le baja ni nada, llego allí y dice el médico que no tenía cómo hacérmele a mi niña ni un test rápido, ni el conteo de plaquetas", relató.
"El antibiótico que le mandaron no aparece. Con mi propio esfuerzo lo compré. Llegué al cuerpo de guardia y no hay con qué bajarle la fiebre a un niño. Si no llevas el termómetro de tu casa para tomarle la temperatura, tu hijo se te muere".
La mujer hizo un llamado a las madres de Cuba a denunciar las dificultades que atraviesan.
"No se queden calladas, hablen. Por falta de médicos aquí en Cuba los niños se están muriendo con el dengue hemorrágico y no hacen nada", declaró.
Lee también "Dejen de normalizar la miseria": otra joven cubana lanza su denuncia en redes sociales inspirada en Amelia Calzadilla Lee también Madres y padres cubanos exigen la renuncia de Díaz-Canel y sus ministros con #TodosSomosAmeliaEn el mes de junio, se hizo viral el mensaje desesperado de Amelia Calzadilla Hernández, en el que instó a las madres cubanas y al pueblo cubano en general a denunciar la precariedad en que están viviendo la mayoría de los cubanos.
Su llamado tuvo gran impacto en los medios de prensa y contó con el respaldo de numerosas madres y padres en la isla.
La joven habanera, madre de tres hijos menores, arremetió contra los gobernantes cubanos y los culpó por la falta de alimentos y medicamentos, las tarifas excesivas de los servicios públicos como el gas y la electricidad, la incapacidad de ofrecer a los cubanos salarios que les permitan comprar lo que venden las tiendas del Estado y les acusó de llevar un nivel de vida fastuoso a costa del sacrificio de todos los cubanos.
Las etiquetas #TodosSomosAmelia #MadresGuerreras multiplicaron el mensaje de Calzadilla Hernández y sacaron a la luz otros relatos desgarradores sobre la pobreza, la angustia y la impotencia de muchos padres cubanos al verse imposibilitados de ofrecer lo más mínimo a sus hijos y de no recibir ningún tipo de respuesta de las autoridades a pesar de múltiples pedidos de ayuda.