Lo que no perdonan a Maykel y Luis es que "devolvieron la esperanza a la gente", afirma Anamely Ramos en entrega del premio de Freedom House

Anamely Ramos recibió el premio en nombre de los artistas encarcelados en Cuba. (Foto: Freedom House/Twitter)

En una ceremonia en el Hotel Mayflower de Washington, D.C., la organización defensora de los derechos humanos Freedom House otorgó en la noche del miércoles su Premio Libertad 2022 a los miembros del Movimiento San Isidro en prisión, Maykel Castillo Pérez “El Osorbo, y Luis Manuel Otero Alcántara.

Anamely Ramos, profesora de arte y activista, recibió el premio en nombre de los artistas encarcelados en Cuba.

En un conmovedor discurso, recordó las palabras del Osorbo en una carta desde prisión en la que dice que la “vida es más bella cuando nos impulsa el deseo de ser libres”. Y una frase de Otero Alcántara que encierra la esperanza de que “el arte nos salvaría”.


“Ambos siguen presos y enfermos en una cárcel de máxima seguridad en cuba. Casi un año presos, sin juicio. Sus vidas están en peligro”, alertó Ramos.

La activista señaló que estos dos artistas “lo único que han hecho es sentir con fuerza el dolor y la imposibilidad de futuro de un pueblo entero, y expresarlo”.

“Eso es lo que no le perdonan a Maykel y a Luis, que devolvieron la esperanza a la gente, que pusieron en sus corazones que el futuro de Cuba está dentro de Cuba”, dijo.

Subrayó que “Patria y Vida”, la canción por la que El Osorbo, junto a otros artistas cubanos, recibió dos premios Grammy Latinos, “es ese grito lanzado al mundo, es un himno de lucha”.

Añadió que no estaría en esa ceremonia, recibiendo el premio en lugar de los dos jóvenes cubanos, si no le hubiesen negado la entrada a su país. “La isla paraíso del turismo internacional se ha vuelto un infierno. El 11 de julio, en solo un día, los presos políticos cubanos aumentaron de 200 a más de 1.000. Ochenta mil cubanos han salido huyendo de Cuba hacia Estados Unidos en solo seis meses. No son migrantes, es una estampida”, afirmó.

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Sobre las políticas de acercamiento a la isla, opinó que se equivocan quienes atribuyen la situación de la isla a causas solo económicas.

“Lo que han demostrado los sucesos de los dos últimos años en Cuba es que las promesas de empoderamiento del pueblo y la ganancia paulatina de libertades, solo se cumplirán si los derechos humanos son el centro de las políticas hacia Cuba. La esencia de un poder totalitario como el cubano, es la perversión de todas las vías de regeneración de una sociedad. En un contexto así, los negocios son tan políticos como el arte, y los funcionarios públicos son policías de cuello blanco”.

Ramos habló también de un pueblo que sobrevive bajo el yugo de la represión.

“Desde hace mucho tiempo, la Seguridad del Estado, que dirige el país en representación de una casta militar, se tornó en inseguridad para los ciudadanos, silenciamiento y violencia para todos. Tal vez esperaban que yo hablara de arte, pero hoy en Cuba el mayor arte es la sobrevivencia a una violencia de Estado a la que se nace. Lo que sucede es que sobrevivir no es vivir. Lo que venimos a pedir hoy es que nos ayuden a vivir”, recalcó.

La activista detalló las circunstancias de las detenciones de Otero Alcántara y El Osorbo. “Tanto Luis como Maykel están ofrendando el cuerpo para subvertir la lógica desoladora de la violencia. Se pone el cuerpo cuando no se tiene nada más. Pero también se pone el cuerpo cuando la lógica que te anima es la de la libertad”.

Ramos llamó la atención de la opinión pública internacional y los gobiernos democráticos sobre la realidad de Cuba, y les pidió actuar en consecuencia.

“Hoy tenemos más de mil presos políticos, más presos que Venezuela y Nicaragua juntos, y el mundo sigue siendo tibio a la hora de condenar a Cuba. Cada uno de esos presos es un faro de libertad”, dijo, y apuntó el hecho de que más de 50 de esos presos son menores de edad, sin que la UNICEF haya tenido un pronunciamiento firme sobre el caso.

“¿Qué tiene que pasar en Cuba para que el mundo condene a su Estado a la altura de sus crímenes, para que no los reconozcan más?”, se cuestionó la activista.

Los presos del 11 de julio, dijo, son usados por el régimen cubano como “escarmiento para los que todavía están dentro del país, y como chantaje para el mundo”, y pidió a los presentes que “no cedan ante ese chantaje”

Concluyó que los cubanos no necesitan “caridad”, sino “apoyos concretos y urgentes para desterrar de nuestro suelo a los tiranos, para tener a nuestro país de vuelta y que la noche no sea eterna”.

En un videomensaje proyectado durante la ceremonia, el expresidente de EEUU George W. Bush recordó que ayudar a alcanzar y mantener la libertad alrededor del mundo, “es también asegurar la libertad en Estados Unidos”.