Lochte retuvo así la corona mundial que había ganado en el anterior Mundial de Shanghai-2011.
El estadounidense de madre cubana Ryan Lochte ganó este jueves la medalla de oro en 200m estilos en el Mundial de natación de Barcelona-2013 con un tiempo de 1:54.98, en una final en la que el brasileño Thiago Pereira logró el bronce.
El segundo lugar del podio fue para el japonés Kosuke Hagino, con un crono de 1:56.29.
Pereira, que hizo un tiempo de 1:56.30, dio la tercera medalla de estos mundiales a Brasil, tras el oro de César Cielo en los 50m mariposa y el bronce de Felipe Lima en los 100m libres.
"Fue genial. Sé que obtuve la medalla de bronce, pero era la medalla que me faltaba en mi carrera. El año pasado conseguí la medalla de plata en los Juegos Olímpicos y aquí he conseguido mi objetivo", afirmó Pereira tras la carrera.
Al paso por los 100 metros el brasileño iba en cabeza nadando por debajo del tiempo del récord del mundo, que detenta Lochte con 1:54.00, pero en los últimos 50 metros el estadounidense apretó para acabar tocando el primero la pared.
"Está muy bien", aseguró el estadounidense tras la carrera, señalando que "mis gafas se empañaron a los 50 metros, así que no podía ver nada, así que sólo podía esperar estar el primero y tocar el muro", explicó.
Lochte retuvo así la corona mundial que había ganado en el anterior Mundial de Shanghai-2011, donde también había establecido el récord del mundo actual.
El segundo lugar del podio fue para el japonés Kosuke Hagino, con un crono de 1:56.29.
Pereira, que hizo un tiempo de 1:56.30, dio la tercera medalla de estos mundiales a Brasil, tras el oro de César Cielo en los 50m mariposa y el bronce de Felipe Lima en los 100m libres.
"Fue genial. Sé que obtuve la medalla de bronce, pero era la medalla que me faltaba en mi carrera. El año pasado conseguí la medalla de plata en los Juegos Olímpicos y aquí he conseguido mi objetivo", afirmó Pereira tras la carrera.
Al paso por los 100 metros el brasileño iba en cabeza nadando por debajo del tiempo del récord del mundo, que detenta Lochte con 1:54.00, pero en los últimos 50 metros el estadounidense apretó para acabar tocando el primero la pared.
"Está muy bien", aseguró el estadounidense tras la carrera, señalando que "mis gafas se empañaron a los 50 metros, así que no podía ver nada, así que sólo podía esperar estar el primero y tocar el muro", explicó.
Lochte retuvo así la corona mundial que había ganado en el anterior Mundial de Shanghai-2011, donde también había establecido el récord del mundo actual.