¿En Cuba se creó un nuevo organismo para combatir la corrupción a nivel estatal?

¿Es cierto que en Cuba se creó un nuevo organismo para combatir la corrupción a nivel estatal?

Sí, es cierto, mediante un reciente decreto del consejo de estado, publicado por la gaceta oficial, se anunció la creación de una comisión estatal de control, CEC por sus siglas, que será la encargada de frenar y liquidar la corrupción administrativa.

Este es el más reciente esfuerzo del gobierno de Raúl Castro por poner un freno al crecimiento descontrolado de la corrupción oficial y el desorden administrativo en Cuba.

El organismo estará presidido a nivel nacional por la Contralora General, Gladys Bejerano, vicepresidenta del Consejo de Estado, y como vicepresidente tendrá al Primer Vicecontralor General.

El resto de los integrantes de la CEC serán los ministros de Finanzas y Precios, Lina Olinda Pedraza, y de Justicia, María Esther Reus y representantes de la Fiscalía General y los ministerios del Interior, Fuerzas Armadas, Economía y Planificación, Relaciones Exteriores, Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, y Trabajo y Seguridad Social, así como del Banco Central de Cuba, la Oficina Nacional de Administración Tributaria y la Aduana General de la República.

La CEC sustituye a la comisión gubernamental con similares fines que había sido creada en julio del 2008 como órgano adjunto al gobierno de Raúl Castro.

La CEC funcionará como una institución paralela a los órganos de control ya existentes y no se subordinará a la policía ni a la administración pública, ya que será un órgano de gobierno con representaciones a niveles nacionales y provinciales.

Como parte de su misión, La CEC será responsable del análisis y estudio de casos en los que se manifiesten ilegalidades, presuntos hechos delictivos y de corrupción para profundizar en las deficiencias detectadas, los modos de operar, características, causas y condiciones y los efectos producidos, según señala el decreto, publicado el pasado 14 de marzo.

Además buscará alertar y recomendar medidas de carácter preventivo y de otra índole en el interés de eliminar o disminuir, en lo posible, la reiteración de tales hechos, y dará seguimiento a las medidas administrativas y disciplinarias adoptadas con los responsables directos y colaterales del acto delictivo.

La CAC es otro reflejo del concepto socialista soviético, de doble subordinación, que impone el equipo de Raúl Castro en todas las funciones administrativas.

Además de los órganos estatales y administrativos encargados de la lucha contra la corrupción, el partido y el gobierno siempre crea este tipo de comisiones que pretenden vigilar el desempeño de los funcionarios e informar a la máxima dirigencia del país del comportamiento de estos.

Es una muestra de la desconfianza de Raúl Castro sobre todos los funcionarios y la necesidad de que estos se sientan vigilados paralelamente por una comisión que solo responda a él.

La CAC es una especie de comisión de espías del gobierno, como antes lo fueron las comisiones partidistas de revisión y control o el grupo de apoyo del comandante en jefe.

Un gobierno paralelo para vigilar al gobierno, que a su vez termina siendo controlado por una nueva comisión mucho más elitista.

Al final todas son inoperantes y corruptas, lejos de resolver un problema, lo acrecientan, agregando nuevos escalones de corrupción