¿Qué consecuencias tendrá para el cubano de a pie que se implante una sola moneda?

¿Qué consecuencias tendrá para el cubano de a pie que se implante nuevamente el sistema de una sola moneda?

El cambio del sistema monetario nacional se torna imprescindible para el país y repercutirá a largo plazo en una mejora para la economía nacional.

Pero como todas estas medidas, el cambio de moneda inicialmente implicará una serie de repercusiones negativas para el pueblo cubano en general.

La población cubana tendrá una disminución considerable de su capacidad adquisitiva y no podrá disponer de un equivalente en valor a la moneda fuerte o CUC, cuando reciba todos los pagos en pesos cubanos.

Es de esperar que el estado se proteja valorizando el peso cubano a tasas de cambio que le favorecen, en detrimento del poder adquisitivo de la población.

Otro problema grave está asociado al excedente de dos millones de trabajadores existentes ahora mismo en el sector estatal. El gobierno precisa urgentemente de medidas que le permitan eliminar el lastre que significa el salario mensual de esos dos millones de personas.

Con la lentitud de los cambios económicos en el país y lo limitado del trabajo privado en Cuba, no existe un destino laboral posible para esta enorme masa de trabajadores que quedarían en un limbo si se implementaras el proceso de unificación de monedas.

Así que el gobierno debe asumir una apertura generalizada del mercado privado y de las opciones de cuentapropistas a todos los niveles antes de implementar el cambio monetario, o la medida tendrá consecuencias graves para esta masa laboral subutilizada con que cuenta el país.

Otro riesgo estaría asociado a la inflación desmedida que un cambio monetario pudiera generar.

Si como reflejo de las medidas populistas habituales del gobierno, se decidiera implementar un cambio monetario en que el peso cubano fuera equiparado al valor del CUC, con una tasa de cambio de 1 x 1 con respecto al dólar norteamericano, el salario promedio actual de 455 pesos se convertiría automáticamente en 455 dólares, creando un poder adquisitivo ficticio en el mercado.

Esto significaría que las tiendas y mercados de todo el país quedarían vacíos por la alta demanda, dejando al país con una enorme escasez y sin fondos en divisas para reponer los abastecimientos.

En las condiciones actuales un cambio monetario provocaría también la devaluación gradual de nueva moneda.

El sistema monetario único implicaría la limitación de la circulación del dólar, rehabilitando el mercado negro de compra de divisas, afectando la tasa oficial de compra de esta moneda extranjera y disparando el valor de cambio en detrimento de la nueva moneda nacional que comenzará a devaluarse nuevamente.

La única forma en que se puede regresar a una sola moneda sin afectar al pueblo cubano es estableciendo una mayor apertura económica y social a la par del cambio monetario.

Una implementación gradual del cambio también disminuiría el consabido impacto negativo para la población.

Pero lamentablemente, el pueblo cubano será el principal afectado en este intento por recuperar el valor del peso cubano como moneda única en el país.