SINGAPUR – Desnuclearización, verificación y compensación, acuerdo de paz y secuestro de japoneses. Esos son los temas de la agenda que irían a la mesa de negociaciones cuando se reúnan el presidente Donald Trump y Kim Jong-Un el martes 12 de junio.
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Desnuclearización norcoreana
El poner fin al programa de cohetes nucleares que por años viene desarrollando Pyongyang ha sido un tema de debate en el Consejo de Seguridad de la ONU. Desde la década de los noventa del siglo XX la comunidad internacional ha visto con temor el desarrollo de ese programa y ha presionado de diferentes formas al régimen comunista norcoreano. Se le ha impuesto sanciones internacionales pero el efecto ha sido nulo. Han seguido disparando cohetes que han violado el espacio aéreo de vecinos como Japón y Corea del Sur.
Hasta aliados de Corea del Norte como son Rusia y China, han criticado los lanzamientos indiscriminados y los ensayos balísticos. Japón y Corea del Sur temen que un acuerdo para cerrar el programa de misiles incluya solo los de alcance largo y deje fuera del acuerdo los de alcance medio, que son los que les preocupan.
Verificación y compensación con Pyongyang
Corea del Norte necesita rápidamente que le quiten las sanciones económicas. Inclusive China se ha sumado a varias de ellas que ha aprobado el Consejo de Seguridad de la ONU.
Mientras no demuestre que las medias adoptadas son irreversibles, no habrá ayuda internacional
El fin de los ensayos nucleares y la verificación internacional de que así sea, llevaría de inmediato una ayuda adicional tanto para el desarrollo reactores alternativos para la energía del país, como petróleo, que tanto necesitan ahora. Un retorno del régimen comunista al Acuerdo de No Proliferación de Armas Nucleares y la aceptación de inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica sería un paso en la dirección correcta, dicen los expertos.
Mientras no demuestre que las medidas adoptadas son irreversibles, no habrá ayuda internacional, aseguró el Secretario de Estado Mike Pompeo.
Acuerdo de Paz
El Armisticio de 1953 o Paz de Panmunjom, existente todavía, técnicamente no ha puesto punto final al conflicto bélico. Firmado entonces por China, la URSS, ONU y las dos Coreas se ha mantenido como documento que preserva la paz en la península.
El Armisticio de 1953 o Paz de Panmunjom técnicamente no ha puesto punto final al conflicto bélico.
Un acuerdo de paz tendría que implicar por lo menos a Seúl y Pyongyang, que tienen diferentes versiones semánticas del concepto de paz. Unos piden que sea “régimen de paz” y otro “fin de las hostilidades”. Si ambas partes acceden a firmar un acuerdo de paz definitivo ya Donald Trump señaló que tenían su bendición.
Secuestro de japoneses por los norcoreanos
El secuestro de súbditos del emperador de Japón por parte de los servicios secretos norcoreanos ha sido una práctica denunciada por Tokio desde la década de los setenta y se extendió hasta mitad de los ochenta en el siglo XX. Oficialmente para Tokio la cifra es de 17 secuestrados, aunque organismos de derechos humanos sitúan entre 70 a 80 las personas raptadas.
Se ha especulado sobre las causas de los secuestros, que van desde el uso como maestros de idioma y cultura para espías norcoreanos, como servir de esposas a terroristas japoneses del llamado Ejército Rojo de Japón, una organización terrorista que fue muy activa en la década de los setenta.
Kim Jong-Il, padre del actual gobernante norcoreano reconoció en el 2002 que habían secuestrados a los japoneses y permitió que varios de estos visitaron Japón, con la promesa de que regresarían a Corea del Norte. Cuando los japoneses decidieron no volver al país comunistas se paralizaron las conversaciones. Hoy día se afirma que quedan 13 desaparecidos en suelo norcoreano.
El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, estuvo la pasada semana en Washington para coordinar temas con la Casa Blanca, y ha pedido que se incluya en la agenda de conversaciones el problema de los secuestrados. Es una cuestión de seguridad nacional para los japones y en varias ocasiones ha sido analizado en las Naciones Unidos, parlamentos y organismos de derechos humanos.