Los riesgos del periodismo ciudadano en Cuba

reporteros ciudadanos victimas de agresiones por reportar

Los reporteros ciudadanos y periodistas independientes cubanos sienten que cada vez, ellos se exponen mucho más al peligro de ser procesados por la Ley.
Los reporteros ciudadanos y periodistas independientes cubanos sienten que en la medida que la tecnología y las comunicaciones avanzan y permiten a cualquier ciudadano publicar en Internet desde sus teléfonos celulares, ellos se exponen mucho más al peligro de ser procesados por la Ley.

El periodista independiente José Ramón Borges, residente en Cabaiguán provincia Sancti Spíritus, dijo a Martinoticias.com que las autoridades policiales tienen miedo a que cualquier cubano divulgue en Internet una imagen que ponga en evidencia los errores de la policía y del gobierno y por eso "detienen, amenazan y reprimen a los reporteros”.

Borges fue detenido el pasado 5 de mayo cuando intentaba viajar a Santa Clara para reunirse con otros reporteros y después dirigirse a la Habana a publicar en Internet sus trabajos periodísticos.

Fue confinado en una celda por 24 horas y luego de liberarlo un agente de la seguridad del estado le devolvió la computadora portátil donde guarda sus reportes periodísticos “con todo borrado”. Las autoridades se quedaron con las memorias usb, para inspeccionarlas.

Todo fue sin mi consentimiento y me dijeron que los devolverán “cuando analicen su contenido”, dijo Borges.

El comunicador es editor y productor de Nacan Video y ha sido detenido en cuatro ocasiones en menos de un mes.

En cada arresto la Seguridad del Estado me ha dicho que no van a permitir que siga produciendo reportajes como los que hasta ahora he publicado en Nacan Videos.

Your browser doesn’t support HTML5

Declaraciones de José Ramón Borges


En Santiago de Cuba el reportero ciudadano Ridel Brea de 21 años de edad nos contó que la policía en su localidad “nada más ve una persona tomando fotos de una protesta o de algún hecho determinado y “enseguida lo detienen, lo golpean y le borran lo que tenga en el teléfono celular, y en la cámara fotográfica”.

Asegura que tanto él como sus amigos realizadores del canal de video UNPACU son vigilados por las autoridades cuando salen a las calles a tomar fotos de diferentes situaciones.

Otro caso de agresión, es el de Edgar Gonzalez Justiz, quien se encaminaba a cubrir una protesta de activistas, cuando "llegó la policía, le rompieron la cámara y el teléfono para borrarle lo que habían grabado”.

agresiones para evitar reportes ciudadanos

En febrero de este año, Yoel Bencomo, activista de la organización FANTU y residente en Santa Clara, tomaba fotos de la insalubridad en las calles aledañas al hospital provincial Arnaldo Milián, “se apareció un policía, le quitó la cámara, le borró las fotos y le advirtió que por eso lo podían detener.

“Ellos no quieren que se divulgue las violaciones que se comenten en el país, ni que denunciemos las ineficiencias del gobierno”, dijo el reportero que también fue golpeado por la policía en diciembre de 2013 cuando cubría un evento de las Damas de Blanco.

En esa ocasión le rompieron la cámara y luego de golpearlo lo llevaron detenidos por varias horas, recordó el joven.
Bencomo considera que los reporteros ciudadanos están expuestos a todo tipo de "ilegalidades por parte de la policía. Aunque lo que uno diga y reporte sea la verdad, ellos -los de la seguridad del estado- gozan de impunidad.

Al gobierno le preocupa que divulguen lo que no autorizan

Leonardo Díaz que antes fue periodista de la Emisora de Radio Titán en el Municipio Mella, Santiago de Cuba, asegura que al gobierno le preocupa mucho que otras voces y miradas no oficiales divulguen lo que ocurre en cualquier parte del país y que la prensa oficialista no aborda.

Hasta ahora no he sido detenido pero he sentido la vigilancia constante y el acoso policial para evitar que se traslade a otros puntos de la provincia a cubrir algún evento de interés periodístico.

En la capital el periodista independiente José Antonio Sánchez Santoyo fue arrestado esta semana por repartir el boletín de la revista digital Misceláneas de Cuba entre los capitalinos que circulaban por el Parque de la Fraternidad, según denunció el comunicador Mario Hechavarría.

A Sánchez Santoyo lo interrogaron por varias horas, hasta que un oficial de la seguridad le dijo que si el volvía a repartir Misceláneas de Cuba en los parques, le aplicarían la Ley No 88 por imprimir y repartir material subversivo.