Los Yankees de Nueva York extendieron su agonía al menos por un día más, al vencer el martes 11-4 a los Dodgers de Los Angeles, en el cuarto juego de la Serie Mundial.
Los Dodgers buscaban completar la barrida y arrancaron el choque de la misma manera que el día anterior: jonrón con uno en bases de Freddie Freeman, quien ha botado la pelota en todos los partidos de la Serie Mundial.
Pero los bates de los Yankees, anémicos en los primeros tres juegos, despertaron al aprovechar el día de bullpen de Los Angeles, que no cuentan con un cuarto abridor en su rotación.
Luego del bambinazo de Freeman ante el abridor dominicano Luis Gil, Nueva York descontó una en el segundo capítulo ante Ben Casparius, el opener utilizado por el manager Dave Roberts, al combinar boleto a Anthony Volpe, doblete de Austin Wells y rodado impulsador del mexicano Alex Verdugo.
El batazo decisivo llegó en el cierre del tercero, cuadrangular con bases llenas de Volpe frente a Daniel Hudson, segundo pitcher de los Dodgers en el encuentro.
Los visitantes descontaron dos en el quinto, una de ellas por jonrón solitario de Will Smith, pero entre Tim Hill, Clay Holmes, Mark Leiter Jr, Luke Weaver y Tim Mayza se encargaron de parar en seco cualquier intento de remontada, al permitir apenas un hit en cinco episodios completos, con siete ponches, tras la salida de Gil.
Con el marcador 5-4, Wells botó la pelota en el sexto, mientras que, en el octavo, los Mulos fabricaron racimo de cinco, que incluyó jonrón de tres carreras del venezolano Gleyber Torres, para despegarse por completo en la pizarra.
Más allá de la victoria, con la que los Yankees evitaron lo que hubiera sido una humillante barrida ante su propio público, alentador resultó ver el despertar ofensivo de Volpe, Wells, y sobre todo, de Aaron Judge, quien no se ponchó ninguna vez, se embasó cuatro veces, por boleto, pelotazo, error y hit, además de impulsar su primera carrera en Serie Mundial.
El miércoles será el quinto juego y último en el Yankee Stadium, con una repetición del duelo de abridores del primer día: Jack Flaherty por los visitantes y Gerrit Cole por los dueños de casa, partido que llegará a Cuba a través de las ondas de Radio Martí.
El triunfo del martes pone a soñar a los fanáticos con una hazaña inédita en la historia de los Clásicos de Octubre.
En 24 ocasiones anteriores en que un equipo tomó ventaja de 3-0, 21 terminaron en barridas y en las otras tres, la serie terminó 4-1. O sea, que el intento de remontada ni siquiera llegó a un sexto partido.
Recuperarse de un 0-3 jamás ha ocurrido en un Clásico de Otoño, aunque los Medias Rojas de Boston se lo hicieron a los Yankees en la Serie de Campeonato de la Liga Americana del 2004.
Entonces, el propio Roberts era parte de aquellos Medias Rojas y sabe lo que eso significa.
¿Deberían estar preocupados los Dodgers, con el posible despertar de la poderosa ofensiva de sus rivales?
La tarea parece una nueva película de Misión Imposible, pues los Yankees tendrían que ganar el quinto choque en la Gran Manzana y los dos últimos en Los Angeles.
En ese sentido, los Dodgers tienen la historia de su lado, mientras los Yankees se aferran a la última esperanza de que siempre hay una primera vez.