El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva ganó el domingo las elecciones presidenciales en Brasil, venciendo al actual mandatario Jair Bolsonaro.
Lula obtuvo el 50,88% de los votos frente al 49,12% de Bolsonaro, con el 99,65% de las máquinas de votación contadas, según datos publicados en el sitio web del Tribunal Supremo Electoral.
La elección sirve como un referéndum sobre dos visiones marcadamente diferentes, y vehementemente opuestas, para el futuro de Brasil. La victoria de Lula, de 77 años, representa la primera ocasión desde que Brasil regresó a la democracia en 1985 que el presidente en funciones no logra reelegirse. La ceremonia de inauguración de su presidencia se llevará a cabo el 1 de enero.
“Hoy el único ganador es el pueblo brasileño”, dijo Lula da Silva en un discurso en un hotel en el centro de Sao Paulo. “Esta no es una victoria mía o del Partido de los Trabajadores, ni de los partidos que me apoyaron en la campaña. la victoria de un movimiento democrático que se formó por encima de los partidos políticos, los intereses personales y las ideologías para que la democracia saliera victoriosa”.
En su discurso agradeció a sus seguidores y colaboradores, que lo vitoreaban mientras prometía: "Todos juntos seremos capaces de concertar ese país, de construirlo al tamaño de nuestros sueños, con oportunidades para transformar la realidad".
"Nuestra lucha no comienza y no termina con elecciones. Nuestra lucha es por la conquista de un país justo, un país en el que todos los brasileños puedan comer, trabajar, estudiar", dijo.
El domingo, Lula prometió unir a un país dividido. "Gobernaré para 215 millones de brasileños, y no solo por los que votaron por mí (...) No hay dos Brasiles. Somos un solo país, un solo pueblo, una gran nación".
A su vez invitó a la cooperación internacional para preservar la selva amazónica y dijo que buscará un comercio global justo, en lugar de acuerdos comerciales que "condenen a nuestro país a ser un eterno exportador de materias primas".
Biden y Blinken felicitan a Lula
El presidente de EEUU, Joe Biden, felicitó el domingo a Lula por su victoria en unas "elecciones libres, justas y creíbles", a través de un comunicado en el que añadió que espera que continúe la cooperación entre ambos países.
También el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, reaccionó en su cuenta de Twitter: "Felicitaciones al pueblo brasileño por ejercer su derecho al voto y reafirmar la fortaleza de su democracia. Esperamos continuar nuestra sólida asociación con el presidente electo @LulaOficial mientras construimos un hemisferio democrático, próspero y equitativo".
Mas de 150 millones de brasileños estaban convocados este domingo a participar en las elecciones presidenciales, en un contexto complejo y polarizado.
Las últimas encuestas de intención de voto publicadas esta semana daban una ligera ventaja a Lula, frente al actual mandatario, que llegó a los comicios con un índice de aprobación a su gestión de apenas el 38%, según datos de Datafolha.
En la primera vuelta Lula ganó con el 48,43% de los votos, mientras que el líder conservador había terminado con un 43,20% de los votos.
Lula, que presidió Brasil entre 2003 y 2010, caracterizó su presidencia por profundas alianzas con gobiernos de corte socialista en América Latina, como el de Cuba y Venezuela.
El presidente izquierdista retoma la presidencia después que el encarcelamiento en 2018 por un escándalo de corrupción le impidió participar en los comicios de ese año, lo que despejó el camino para el triunfo de Bolsonaro, de tendencia derechista.
Muchos de los seguidores de Bolsonaro, que esperaban el resultado, lucían visiblemente impactados y algunos lloraban por la derrota de su líder. Bolsonaro, de 67 años, ha hecho repetidas denuncias de fraude electoral. Hasta cerca de las 10 de la noche del domingo, Bolsonaro no se había referido al resultado.
La agencia de noticias Reuters dijo, citando a sus fuentes, que las autoridades electorales se están preparando para que el mandatario dispute el resultado. Los preparativos incluyen operativos de seguridad en caso de que sus partidarios salgan a las calles.
(Voz de América, VOA)