Seis años después de su polémica salida de Cuba, el Gan Maestro de ajedrez Lázaro Bruzón, hizo un balance de las ganancias y las pérdidas acarreadas por su decisión en una entrevista para el medio independiente Cubanet.
"Muchas cosas cambiaran de forma radical en mí, en mi forma de ver la vida y de ver lo que pasa allá (en la isla). Me siento con derecho a expresarme, de mostrar mi descontento. No me agrada estar en las redes, no me gustan los conflictos ni estar exponiéndome mucho, pero como cubano tengo cosas que decir”, comenta.
Bruzón, quien llegó a ser Campeón Mundial en la categoría juvenil, dice sentirse en la actualidad “muy lejos de esa línea". "Creo que objetivamente es casi imposible regresar a ese nivel. No creo que pueda ni lo estoy buscando tampoco. Es cosa del pasado y me siento muy bien por haberlo conseguido anteriormente. En mi situación actual, no forma parte de mis metas”.
Para el ajedrecista volver a competir en Cuba, o por Cuba, depende de factores que no considera posibles a corto o mediano plazo.
"Me gustaría hacerlo siempre y cuando sea en un equipo que no esté atado a ninguna ideología, a ningún partido, que sea libre de verdad en una Cuba futura donde quepan todos los cubanos más allá de como piensen. Pero bajo el sistema actual donde solo es bien visto el que defiende al Partido Comunista, jamás integraría un equipo cubano", sostiene.
"En una Cuba nueva me encantaría participar de alguna forma en la reconstrucción de su deporte, pero por ahora eso queda descartado", agrega-
Ciudadano de los Estados Unidos y graduado de Finanzas por la Universidad de Missouri en 2022, Lázaro Bruzón confiesa sentirse “muy feliz”.
El joven padre de dos hijos varones es apasionado de las finanzas y entre sus planes está hacer una maestría en esa rama. Además, imparte clases de ajedrez y tiene entre sus proyectos “volver a competir un poco hacia finales de año si las condiciones lo permiten”.
“Creo que me voy a dar ese placer. Me gustaría mucho, ahora que con la ciudadanía puedo viajar a otros países sin dificultades de visado”, apunta.
“Viendo las cosas en retrospectiva, me hubiera gustado salir antes de Cuba. Sin embargo, no hay arrepentimiento, el tiempo de Dios es perfecto y las cosas suceden en el momento que tienen que suceder”, sostiene.
"El ajedrez me lo ha dado todo y sólo tengo agradecimiento hacia ese juego”.