Continúa el deterioro de las condiciones carcelarias que sufre el periodista independiente Lázaro Yuri Valle Roca, así lo manifestó el comunicador en una llamada telefónica con su esposa, Eralidis Frómeta, desde la prisión de máxima seguridad Combinado del Este.
Valle Roca sigue con secuelas del reforzamiento pulmonar que sufre desde que fue encarcelado y hasta el presente tiene que bañarse con agua fría. Aún no logra la consulta médica con un oftalmólogo para el problema de la visión y, tras varios reclamos, fue llevado a un médico primario, pero nada se resuelve, dijo Frómeta, al resumir la conversación con su esposo.
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En el mes de febrero del pasado año, Valle Roca tuvo que ser internado en el hospital General Docente Enrique Cabrera, conocido como El Nacional, ubicado en el municipio Boyeros en la capital cubana. Aún desconoce los resultados de los exámenes que allí le realizaron.
“En la historia clínica mía no habían los resultados de las pruebas del esputo que me habían hecho, no tenían las medicinas de que yo soy crónico para la presión, no aparecía nada de eso", dijo Valle Roca a su esposa.
"No me han hecho todavía el fondo de ojo que me dijeron que me iban a hacer y, además de eso, me llevaron al optometrista. Sin hacerme pruebas, me dio un papelito ahí para hacerme los espejuelos, pero, imagínate tú, sin medirme la vista", señaló Valle Roca, director del blog digital y el cabal YouTube Delibera.
"Entonces, no se me ha garantizado el agua caliente y ya lo discutí”, explicó el comunicador.
Mientras que la alimentación sigue siendo pésima y mal elaborada en el penal, añadió el periodista independiente.
“El problema alimenticio sigue igual Están dando menos arroz; daban dos huevos y ahora dan uno, es muy poca la cantidad de alimentos que dan y en mal estado, mal cocinada. Eso es una asquerosidad. El picadillo ese parece, no sé qué cosa y, vaya, es una pasta que no sé qué es lo que parece, y viene con lagartijas adentro, y entonces, imagínate tú”, describió Valle Roca.
El preso político, de 61 años de edad, fue condenado por el presunto delito de propaganda enemiga de carácter continuado a cinco años de prisión, tras haber filmado y publicado en redes sociales un video donde activistas lanzaron octavillas con frases de José Martí y a favor de la democracia, la liberación de los presos políticos y la celebración de elecciones libres en Cuba. Esto, desde una azotea de un edificio en el municipio capitalino de Centro Habana.