Líder de protestas en Bolivia planea volver a La Paz mientras aumenta la violencia

Luis Fernando Camacho es recibido por sus seguidores en Santa Cruz.

El líder de las protestas en Bolivia, que prometió marchar a La Paz para exigir la dimisión del presidente Evo Morales, intentará por segunda vez llegar a la capital el miércoles, mientras aumentan los enfrentamientos entre partidarios del gobierno y la oposición.

Luis Fernando Camacho ya había tratado de llegar a La Paz el martes, pero se le impidió salir del aeropuerto en El Alto, donde se congregaron partidarios del gobierno. Un avión de la fuerza aérea lo llevó de vuelta a Santa Cruz.

Camacho ha dicho que volará al principal aeropuerto de la capital en la zona cercana de El Alto, con la intención de entregar una carta que redactó con la renuncia de Morales, tras una disputada elección que ganó el líder de izquierda el mes pasado.

El nuevo intento probablemente aumente una tensión que ha aumentado tras semanas de largas protestas y huelgas, después de la elección del 20 de octubre. Las hostilidades aumentaron el martes en la noche en La Paz, con choques en las calles entre partidarios de Morales y la oposición.

Con pocas señales de alguna solución política, el enfrentamiento ha empeorado. El miércoles, los titulares de los diarios denunciaban la violencia y apuntaban a un costo económico de 167 millones de dólares. "Bolivianos contra bolivianos", decía la portada de un diario local.

Wilfredo Chávez, viceministro de Seguridad Ciudadana, dijo en una entrevista por televisión que el gobierno desplegará un "mayor contingente policial" para que controle la situación en el aeropuerto de El Alto si Camacho regresa.

"Si el señor viene vamos a dar todas las medidas para garantizar su transitabilidad", dijo Chávez.

Morales ganó la votación del mes pasado con una ventaja apenas superior a 10 puntos porcentuales sobre su principal rival, Carlos Mesa, obteniendo un triunfo directo que evita una segunda vuelta.

Sin embargo, la victoria fue empañada por una suspensión de casi 24 horas en el recuento, que, cuando se reanudó, mostró un cambio brusco de tendencia a favor de Morales.

Gobiernos de otros países han llamado a la calma y respaldan una auditoría de la elección por parte de la Organización de Estados Americanos (OEA), que previamente ha recomendado la realización de una segunda vuelta. Morales ha aceptado que la auditoría sea "vinculante", pero muchos en la oposición ahora piden su alejamiento del poder.