La Cámara de los Diputados de la Iglesia Episcopal en Estados Unidos aceptó de manera unánime la propuesta de los Obispos de readmitir a Cuba como Diócesis, 52 años después de haber sido expulsada a raíz de la represión desatada por Fidel castro en 1959.
"Bienvenido a casa", dijo el presidente de la Cámara de Diputados, el reverendo Gay Clark Jennings, la sesión celebrada el jueves, según reportó el Servicio de Noticias Episcopales (ENS, siglas en inglés).
La Diócesis de Cuba se unirá a la Provincia II, que incluye las diócesis de Nueva York y Nueva Jersey en los Estados Unidos, y Haití y las Islas Vírgenes.
La sesión celebrada en los días 10 y 11 de julio en Austin, Texas, anunció la decisición de convertir a Cuba en Diócesis, algo por lo que pujaban varios obispos y diputados desde hacía varios años.
En la sesión del día 10 la Obispa de Cuba, Gisela Delgado del Carpio agradeció a la Cámara de los Obispos la importante decisión.
“Siento el aliento del Espíritu Santo. Gracias a todos por el apoyo en este momento y por el apoyo de todos estos años”, dijo Delgado, de origen boliviano radicada en Cuba.
En una reacción a este anuncio, Martí Noticias pidió la opinión a Ignacio Estrada, un experiodista independiente, activista LGBTI y ahora es vicario de la iglesia Luterana en Miami.
“Aunque la iglesia en Cuba siempre va a estar atada a la parte gubernamental, por lo menos le da autoridad reconocida a la iglesia”, indicó el vicario.
En 2011 Estrada protagonizó el primer matrimonio gay en Cuba, con su esposa Wendy Iriepa, una transexual entonces asociada al Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), la institución dirigida por Mariela Castro, hija de Raúl Castro.
Para Estrada es significativo que los obispos hayan votado de manera unánime por la admisión de Cuba como una nueva diócesis y piensa que, de ser reintegrada, podrá contribuir en mucho al matrimonio igualitario en la isla.
“En 2011 le emitimos una carta a la obispo Griselda Delgado, solicitándole a ella el reconocimiento de nuestro matrimonio y que nos casara y nunca nos contestó. Ahora, lo que más me alegra es que al aceptar este puesto la obispo y al insertarse la iglesia episcopal cubana en Estados Unidos, está obligada a aceptar el matrimonio entre personas de un mismo sexo”, concluyó Estrada.
Your browser doesn’t support HTML5
La Cámara de los Obispos expulsó a Cuba como diócesis en 1966 en respuesta a la represión desatada por Castro contra las iglesias en la isla.
“En 1961 las escuelas episcopales se cerraron y fueron expropiadas, y muchos clérigos y sus familias fueron desplazados”, recuerda ENS.
Algunos de los obispos y clérigos permanecieron en Cuba y otros regresaron o emigraron a Estados Unidos.
La represión llegó a tal término, asegura ENS, que “algunos clérigos que permanecieron en Cuba fueron encarcelados, ejecutados o desaparecidos”.
Como sucedió con otras denominaciones religiosas como la Iglesia Católica, Testigos de Jehová o Adventistas del Séptimo Día, las edificaciones y propiedades fueron cerradas y sufrieron el deterioro del tiempo.
Leo Frade un obispo cubano, ahora retirado en la Florida, reaccionó contra aquella decisión.
“La Cámara de los Diputados no hizo nada… fue una acción inconstitucional que no tenía autoridad para expulsarnos”, espetó Frade, que por entonces tenía 23 años de edad.
La sesión de la 79 Convención General contó “con preguntas constitucionales y canónicas” sobre si la presente convención podría actuar de manera inmediata o necesitaría un cambio constitucional en dos convenciones subsiguientes.
Por su parte el obispo de Nueva Jersey, William “Chip” Stokes habló de cambios en el ambiente político entre Cuba y Estados Unidos: “El gobierno de Cuba se encuentra ahora en un momento menos restrictivo para con las iglesias".
La política para asuntos religiosos del régimen cubano se centró en reprimir a sacerdotes y fieles católicos, cerrar iglesias de varias denominaciones y encarcelar a líderes y otros creyentes.
Uno de los hechos más conocidos en la represión a los cristianos fue el 17 de septiembre de 1961 con la expulsión de 136 sacerdotes en el barco Covadonga.
El detonante del hecho habría tenido lugar días antes cuando un numeroso grupo de fieles católicos se apostó frente a la Iglesia La Caridad, en La Habana y corearon consignas en contra de convertir a Cuba en satélite de la entonces Unión Soviética.
A consecuencia de las expulsiones el Papa Juan XXIII excomulgó a Fidel Castro en 1962, y según testimonios, algunos sacerdotes negaron la comunión a milicianos y las tensiones llegaron al punto más álgido de las relaciones Iglesia-Estado en Cuba.
No fue sino hasta 1998, con la visita del Papa Juan Pablo II a Cuba, que el régimen cubano se mostró públicamente más tolerante, devolvió algunas iglesias y permitió la celebración de la Navidad de manera Oficial, ofreciendo un día libre de trabajo para que los cubanos la celebraran.