Madre de ciudadana estadounidense presa en Cuba pide ayuda a Trump

Alina López Miyares. (Foto tomada de Video de Telemundo 51)

La madre de una ciudadana estadounidense condenada en Cuba por espionaje está pidiendo al presidente Donald Trump que interceda para lograr la libertad de su hija y la traiga de vuelta antes de que sea demasiado tarde.

En una carta abierta titulada “Tráiganme a mi hija”, Alina Miyares y Vall-Llosera, de 89 años y residente en Miami Beach, solicita una investigación a fondo sobre lo ocurrido a su hija Alina López Miyares, sentenciada a 13 años de cárcel tras ser juzgada por un tribunal militar, el pasado 2 de octubre.

Texto de la carta de la madre de Alina Miyares Vallosera

“El dolor es igual para el que sufre la pérdida de un hijo en la guerra o en cruel atentado. Me uno a la agonía de todas las madres que sienten como quema en las entrañas, y hoy más que tengo a mi hija Alina presa”, dice la misiva, obtenida por Martí Noticias.

Alina Miyares, de 59 años, cumple su sanción en la Prisión Occidental de Mujeres El Guatao”, conocida como Manto Negro, en la periferia oeste de La Habana. Allí recientemente se reportó la muerte de un reo por falta de asistencia médica.

“Le pido y suplico se interese en el caso de mi hija, que se investigue a fondo y que me la traigan antes de que sea un cadáver más”, manifestó Miyares. “En ese inhóspito lugar donde está confinada han muerto jóvenes por un ataque de asma sin atención médica”.

López Miyares es esposa del ex diplomático cubano Félix Martín Milanés, quien fue condenado en la misma causa a 16 años de prisión. Ambos han apelado ya sus respectivas sanciones ante los tribunales cubanos.

Martín Milanés, de 62 años, prestó servicios en el Ministerio del Interior desde 1977, y alcanzó rango de teniente coronel de la Dirección General de Inteligencia. Fue funcionario de la Misión Permanente de Cuba ante Naciones Unidas y permaneció en territorio de Estados Unidos entre 1989 y 1993.

Durante su estancia en Estados Unidos conoció a su esposa, López Miyares, quien por sus facilidades migratorias sirvió como enlace con los servicios especiales estadounidenses.

“Ella fue víctima del FBI y del gobierno cubano”, asegura en la carta Miyares y Vallosera.

López Miyares, maestra de profesión, abandonó Cuba con su familia en los Vuelos de la Libertad, en 1969, cuando ella tenía 8 años. Es maestro de profesión y alcanzó tres títulos de doctorado en universidades de Estados Unidos.

Durante el juicio celebrado contra el matrimonio, oficiales de la Inteligencia y la Contrainteligencia cubana intentaron demostrar que los acusados actuaron motivados por aportar los informes requeridos por los servicios especiales estadounidenses, y que interactuaron con agentes del (FBI y la CIA para entregarles nombres, teléfonos y otros datos que "pudieron poner en peligro la seguridad nacional del Estado Cubano".

El gobierno de Estados Unidos ha manifestado que está al tanto del proceso seguido contra López Miyares, pero ha declinado ofrecer detalles alegando razones de privacidad.

La anciana asegura que durante el último año ha tenido que sufrir el ultraje de varias personas que, para referirse a ella la llaman despectivamente “la madre de la espía”, y enfrentar además el gasto económico que ocasiona vivir en Miami y tener a su hija presa en La Habana.

En su carta señala que las autoridades estadounidenses en la capital cubana no han podido darle apoyo consular porque “no podían ir por encima de las decisiones del gobierno cubano".