La denuncia la publica el diario español ABC que detalla la comitiva con que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, trató de participar en la Asamblea de la ONU en Nueva York.
El presidente de Venezuela quiso “colar” a personal cubano en EE.UU. a propósito de su prevista participación en la Asamblea de la ONU en Nueva York, pero al final no pudo hacerlo porque molesto tras ser retenido su avión en Canadá decidió regresar a Caracas y no participar en el foro, dice este jueves el diario español ABC.
El periódico cita fuentes cercanas a la delegación que acompañaba a Maduro, según las cuales el mandatario trató de introducir en territorio estadounidense “a varios agentes cubanos sin permiso de entrada al país” a los que “intentó camuflar con pasaportes venezolanos”.
Para hacer más provocadora su visita a EE.UU., señala ABC, “Maduro intentó viajar desde China (donde cursaba visita oficial) a Nueva York en un avión de Cubana de Aviación. El pasado martes, el presidente intentó cambiar de avión para quitar hierro al conflicto. Pero ya era tarde”.
La información precisa que el avión del presidente venezolano y su nutrida delegación de 120 personas estuvo retenido en Canadá más de cinco horas, todos esperando dentro del aparato porque Canadá rehusaba venderles gasolina ya que la aeronave era cubana.
“La empresa Petróleos de Venezuela (PDVSA)—dice citando a las fuentes—envío con urgencia dos aviones Falcón para que pudieran llegar a Nueva York. Pero Maduro tenía tal rabieta que se volvió para Caracas”.
Aparte de 12 agentes de seguridad y médicos cubanos, en el avión viajaban entre otros—detalla—un “técnico en explosivos”; un “experto en seguridad alimentaria”; un “epidemiólogo”; el hijo del presidente con su seguridad; el hijo, la nuera, los nietos, dos amigas y el estilista y peluquero de la mujer de Maduro, Cilia Flores.
El diario identifica a los cubanos que viajaron primero con Maduro a China y después trataron de llegar a Nueva York, con carné de identidad extranjero y pasaporte venezolano, con los nombres de: Leonardo Nuñez Zamora, Rosendo Julián Zacuta, Julio Marino Domínguez, y Mary Monteiga Rodríguez.
Como miembros de “seguridad interna”—dice—aparecían Giovanny Remond Mederas y Alberto Herrera Socarrás. Como personal de “seguridad médica”, Néstor Azcano Gonzalez, Carlos Guilveaux Cala, Danay Herrera Vallejera, Heriberto Rodríguez y Eduardo García Castillo. Además del piloto cubano Guillermo Díaz.
También indica que los servicios de seguridad de las Naciones Unidas pidieron limitar la “caravana venezolana” a sólo cuatro vehículos. Pero la avanzada de seguridad de la comitiva, que viajó la semana pasada a Nueva York, fue de 47 funcionarios y dobló en cantidad el número de vehículos permitidos.
ABC se hace eco de denuncias sobre los gastos de Maduro en el viaje para el que “en China y Nueva York alquilaron dos pisos de los hoteles más caros (el Hyatt Grand Central en Nueva York), con un gasto de más de 800.000 dólares en hoteles para toda la comitiva”.
Según señaló el diputado venezolano opositor Carlos Berrizbeitia, citado por ABC, el costo del viaje supera los $2,5 millones de dólares. El legislador dijo que desde que Maduro “llegó a Miraflores, el 19 de abril, ha gastado más de 8,5 millones de dólares... y eso que es un presidente obrero. Sus viajes al extranjero superan los 85.000 dólares diarios”.
El periódico cita fuentes cercanas a la delegación que acompañaba a Maduro, según las cuales el mandatario trató de introducir en territorio estadounidense “a varios agentes cubanos sin permiso de entrada al país” a los que “intentó camuflar con pasaportes venezolanos”.
Para hacer más provocadora su visita a EE.UU., señala ABC, “Maduro intentó viajar desde China (donde cursaba visita oficial) a Nueva York en un avión de Cubana de Aviación. El pasado martes, el presidente intentó cambiar de avión para quitar hierro al conflicto. Pero ya era tarde”.
La información precisa que el avión del presidente venezolano y su nutrida delegación de 120 personas estuvo retenido en Canadá más de cinco horas, todos esperando dentro del aparato porque Canadá rehusaba venderles gasolina ya que la aeronave era cubana.
“La empresa Petróleos de Venezuela (PDVSA)—dice citando a las fuentes—envío con urgencia dos aviones Falcón para que pudieran llegar a Nueva York. Pero Maduro tenía tal rabieta que se volvió para Caracas”.
Aparte de 12 agentes de seguridad y médicos cubanos, en el avión viajaban entre otros—detalla—un “técnico en explosivos”; un “experto en seguridad alimentaria”; un “epidemiólogo”; el hijo del presidente con su seguridad; el hijo, la nuera, los nietos, dos amigas y el estilista y peluquero de la mujer de Maduro, Cilia Flores.
El diario identifica a los cubanos que viajaron primero con Maduro a China y después trataron de llegar a Nueva York, con carné de identidad extranjero y pasaporte venezolano, con los nombres de: Leonardo Nuñez Zamora, Rosendo Julián Zacuta, Julio Marino Domínguez, y Mary Monteiga Rodríguez.
Como miembros de “seguridad interna”—dice—aparecían Giovanny Remond Mederas y Alberto Herrera Socarrás. Como personal de “seguridad médica”, Néstor Azcano Gonzalez, Carlos Guilveaux Cala, Danay Herrera Vallejera, Heriberto Rodríguez y Eduardo García Castillo. Además del piloto cubano Guillermo Díaz.
También indica que los servicios de seguridad de las Naciones Unidas pidieron limitar la “caravana venezolana” a sólo cuatro vehículos. Pero la avanzada de seguridad de la comitiva, que viajó la semana pasada a Nueva York, fue de 47 funcionarios y dobló en cantidad el número de vehículos permitidos.
ABC se hace eco de denuncias sobre los gastos de Maduro en el viaje para el que “en China y Nueva York alquilaron dos pisos de los hoteles más caros (el Hyatt Grand Central en Nueva York), con un gasto de más de 800.000 dólares en hoteles para toda la comitiva”.
Según señaló el diputado venezolano opositor Carlos Berrizbeitia, citado por ABC, el costo del viaje supera los $2,5 millones de dólares. El legislador dijo que desde que Maduro “llegó a Miraflores, el 19 de abril, ha gastado más de 8,5 millones de dólares... y eso que es un presidente obrero. Sus viajes al extranjero superan los 85.000 dólares diarios”.