El preso político Gerardo Díaz Alonso, de 35 años, murió este jueves en la prisión Canaleta del municipio matancero de Perico, a causa de un infarto, confirmaron a Martí Noticias fuentes cercanas al fallecido.
“Un preso político del 11 de julio que fue condenado a 14 años de privación de libertad y falleció producto de un infarto masivo, según dicen las autoridades”, lamentó su compañero de prisión, Samuel Pupo Martínez, que fue liberado hace algunos meses y este viernes asistió junto a su esposa al funeral en Cárdenas.
"Él es de aquí de Cárdenas. Tuve la oportunidad de conocerlo: Buen padre, buen amigo, una gente especial. Siempre muy jaranero, siempre jugando de mano con nosotros. Nosotros lo regañábamos y le decíamos, que era un ‘vejigo’ comparado con nosotros que somos viejos. Era una gente buenísima, muy compartidor, muy amable", dijo el exprisionero.
Díaz Alonso, un trabajador por cuenta propia y padre de dos hijos, fue encontrado culpable por el tribunal militar que lo juzgó de los delitos de sabotaje y desórdenes públicos luego de participar en las protestas populares del 11 de julio en la ciudad de Cárdenas, en Matanzas.
En ese momento, sus familiares denunciaron que en el proceso judicial presentaron “fotos manipuladas”, que la fiscalía solo pudo presentar un testigo que era de la policía y que en el único video presentado en el juicio como prueba incriminatoria, él "no sale tirando piedras a nada", sino "parado en una esquina".
El manifestante encarcelado realizó varias huelgas de hambre en demanda de su libertad.
Fue sentenciado junto a otras ocho personas: Daniel Joel Cárdenas Díaz (condenado a 15 años), Leidiana Prohía Guevara (12 años), José Carlos Hernández Barrio (14 años), Yoniel Santana Rodríguez (10 años), José Antonio Cue Monzón (10 años), Enoc Noé Fernández Fernández (10 años), Yasniel Roque Valle (5 años) y Jorge Luis Argüelles Bayate (15 años).
Numerosas organizaciones de derechos humanos han denunciado que en las prisiones cubanas se cometen con impunidad numerosas violaciones a los derechos de los reclusos, especialmente los encarcelados por motivos políticos.
Además, han señalado como una constante en los centros penitenciarios cubanos la negación de atención médica, la falta de medicamentos, la mala alimentación, arbitrariedades, torturas, aislamientos prolongados, agresiones, malos tratos y violaciones de las Reglas Mandela.
En el más reciente informe presentado por Cuba en el Examen Periódico Universal, celebrado en noviembre de 2023, los representantes del régimen comunista dijeron que "la mejora del sistema penitenciario cubano seguía siendo una prioridad y que se habían adoptado numerosas medidas para garantizar unas condiciones de vida dignas, de conformidad con las normas internacionales".