Unos 40 bicitaxistas protestaron en La Habana, molestos por las elevadas multas, de entre 700 y 1500 pesos, que a veces reciben hasta tres veces en un día.
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El bicitaxista Alexander Aldana dijo a Martí Noticias que él trabaja en Obispo y Bernaza, pero que en verdad le resulta difícil poder hacerlo puesto que lo acosan constantemente y para poder hacerlo debe evadir la persecución de la policía.
El cuentapropista se quejó que las autoridades dificultan la atención a los clientes y que por ese motivo hace una semana un grupo de operadores decidió organizar la marcha.
Aldana declaró que si en 72 horas no son satifechas todas las demandas que hicieron de manera que finalice el abuso al que son diariamente sometidos, convocarían entonces a una manifestación aún mayor.
El abuso no es asunto sólo de los inspectores, sino que el Gobierno ha llegado al extremo de autorizar a la policía motorizada para que los acose y los multe cada vez que tengan oportunidad, denunció Aldana.
Además, el bicitaxista expresó que a pesar de que el Gobierno les autorizó a trabajar por su cuenta, en el fondo no quiere que ellos progresen pues, por ejemplo, ni siquiera les permitieron acceso a los turistas del reciente crucero a Cuba, por lo que ese tipo de aperturas en nada les beneficia a ellos como se esperaría.
Robo de los inspectores
La protesta se debe no sólo a las elevadas multas, sino porque los talonarios de estas penalidades están marcados con el código 999 con el objetivo de que el dinero no llegue a los depósitos estatales y se quede repartido entre los mismos inspectores, explicó a Martí Noticias el periodista independiente Serafín Morán.
Así, por una contravención que podía ser de 20 pesos marcada con la cifra mágica, el inspector procede de modo que deposita los 20 requeridos legalmente y se embolsa alegremente la diferencia.
En un video realizado por periodistas independientes, los cuentapropistas lamentan que no los dejen circular por la calle Monte, que los han multado con 700 pesos, una cifra con la que no pueden ni soñar.
Molestos, los choferes explican que ellos tienen sus papeles en orden, pagan impuestos y tienen licencia y que, aún así, son asediados por policías e inspectores.
Las imágenes muestran el testimonio de varios manifestantes y los primeros momentos de la caravana que pedaleó hasta la monumental estatua de José Martí en la Plaza.
Allí marcharon escoltados por otros trabajadores que avanzaban a pie.
Los operadores de bicicletas protestaron frente a la Oficina de Atención a la Población del Consejo de Estado, desde donde hablaron con los inspectores y, como consecuencia, todas las multas pendientes fueron eliminadas.