El Consejo de Estado aplazó para el próximo año las asambleas de barrio donde los legisladores cubanos debían enfrentar por primera vez a sus electores y ordenó que los diputados sean liberados de sus puestos de trabajo para encargarse únicamente de sus tareas como representantes. Martí Noticias exploró acerca de las verdaderas razones detrás de esta inédita decisión.
El llamado "proceso de rendición de cuenta de los delegados a las asambleas municipales del Poder Popular a sus electores", estaba previsto para celebrarse entre el 15 de octubre y el 30 de noviembre, pero el órgano supremo del poder del Estado indicó: "Teniendo en cuenta la situación que atraviesa nuestro país, con la generación eléctrica, el uso de combustible y la afectación de servicios vitales para la población, que pudiera afectar el cumplimiento de los objetivos del citado proceso de rendición de cuenta; el Consejo de Estado ha decidido posponer su realización para el primer trimestre del próximo año".
De igual forma, determinó que se hagan "las coordinaciones necesarias con las entidades administrativas que corresponda para, en lo que resta del presente año, liberen de sus funciones laborales a los delegados, cuya actividad laboral lo permita, y de conjunto con las organizaciones políticas, de masas y sociales, incrementen su vínculo y atención permanente con sus electores".
La reconocida opositora cubana Martha Beatriz Roque Cabello, dijo al programa Cuba al Día, de Radio Martí, que la decisión busca evitar que las asambleas se conviertan en manifestaciones de protesta.
"La dictadura va a tratar de evitar que esta reunión ocurra porque varias personas juntas constituyen un posible foco de personas que están disgustadas y comiencen a decir cosas o sencillamente a manifestarse de una forma u otra", dijo en entrevista con el periodista Tomás Cardoso.
"Así que donde quiera que vaya a haber una reunión, la dictadura va a tratar de que no se dé", afirmó la supervisora del Centro de Derechos Humanos en Cuba.
De hecho, en las diversas manifestaciones populares que han tenido lugar a lo largo de la isla desde el estallido del 11 de julio de 2021, los ciudadanos han acudido en masa a las oficinas del Poder Popular, del Partido Comunista de Cuba, entre otras estructuras de gobierno, en busca de respuestas a sus problemas. En algunas ocasiones, los representantes locales han intentado ofrecer explicaciones para tratar de calmar el malestar de la población, pero de manera general, estas protestas son acalladas por medio de la represión policial.
"Estos responsables locales se han encontrado ahora con lo que llamamos una papa caliente, pero de gran magnitud, porque están viendo que el Gobierno central no acierta en el diseño de la política económica y está provocando un deterioro espectacular de la situación de la economía cubana como nunca antes se había conocido", afirmó el economista cubano Elías Amor Bravo, en declaraciones al programa Cuba al Día.
El experto sugiere que el aplazamiento de las reuniones de barrio sea una decisión que viene de los propios delegados: "Yo creo que lo que han hecho ha sido protestar al gobierno comunista, al Gobierno central de (Miguel) Díaz-Canel y le han dicho, 'Nosotros no nos vamos a comer el resultado del desastre de ustedes como gestores de la política económica. Nos negamos, no vamos a hacer ahora la rendición de cuentas porque la gente se nos va a tirar al cuello, con razón'".
"Lo que está ocurriendo es que el sistema político se viene abajo, ya no solo la economía, sino el sistema político (...) es un ejemplo clarísimo de que las cosas no están claras y de que los órganos de información que tienen los comunistas cubanos les dicen que se está viniendo una ola, un auténtico tsunami, que está calando en muchos sectores de la sociedad cubana", valoró el economista.
En un análisis más amplio sobre el tema publicado en su blog Cuba Economía, Amor Bravo afirma que al parecer las razones que han obligado al Consejo de Estado "son de mayor calado y pueden responder a un estado de insatisfacción general de la población, que muy bien podría estallar durante esos procesos de rendición de cuenta de los delegados locales. Incluso podría ocurrir que algunos de estos no quisieran participar en los procesos estando las cosas como están. Cuando el río suena, agua lleva".
[Incluye fragmentos de entrevistas realizadas por Tomás Cardoso en el programa Cuba al Día]