Migrante cubano detenido en Texas mantiene huelga de hambre

Centro de Detención Port Isabel. AP Photo/David J. Phillip

Un cubano detenido en el Centro de Detención Port Isabel, en Los Fresnos, Texas, mantiene una huelga de hambre en demanda de su libertad aunque esta implique el regreso a Cuba.

Yoirlán Tomé Rojas, de 40 años y su coterráneo, Julio Cutiño, ambos con orden de deportación, iniciaron el ayuno hace 6 días, pero este último lo abandonó en las últimas horas. Julio tiene orden de deportación desde febrero y Yoirlán desde 2017.

La noticia la trajo esta semana la agencia española EFE, que adjudicó la información a un comunicado de la organización no gubernamental, Equal Voice, con sede en El Valle de Río Grande, en el sur Texas.

“El oficial de deportación me ha dicho que hace más de una semana que sometió la solicitud de deportación a La Habana y aún espera respuesta para proceder, pero él lleva más de dos semanas en prisión y no pasa nada”, dijo a Radio Televisión Martí desde Dallas, Texas, Yaelín Hernández, compañera sentimental de Yoirlán desde hace dos años.

Según la ley, los arrestados deben ser liberados 90 días después de su detención si el país de origen no los acepta.

Un vocero del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) dijo a Radio Television Martí que a tenor de las regulaciones de la agencia, no podía suministrar nombres o información específica sobre personas en huelga de hambre sin el consentimiento de los implicados.

“Según el protocolo de ICE, se considera que un detenido está en huelga de hambre después de las 72 horas sin ingerir alimentos”, indicó.

La mujer dice que Yoirlán está en una celda de castigo, “le llaman el hueco”, y que sólo lo sacan a bañarse. “Prefiere morirse de hambre a permanecer encerrado en un lugar que hay coronavirus”.

Hasta el momento, en Port Isabel se han reportado tres detenidos contagiados con la enfermedad.

Sin embargo, ICE recordó que no toma represalias contra los detenidos en huelga de hambre y que les informa de los efectos negativos para la salud que produce el no ingerir los alimentos que el centro ofrece.

“Nuestros detenidos están bajo cercana observación médica. ICE monitorea cuidadosamente el consume de alimentos y agua de quienes considera están en huelga”, comentó el vocero.

Cuba sin aceptar vuelos de repatriación

La Habana ha mostrado un comportamiento selectivo a la hora de recibir a sus nacionales que las autoridades estadounidenses deciden deportar. Sin embargo, datos oficiales publicados por el portal Cibercuba, dan cuenta de que EEUU elevó a 41.339 la cifra de cubanos con orden de deportación, 681 de ellos detenidos en centros de ICE.

Ante la amenaza de la propagación del coronavirus y para evitar fuentes externas de contagio, la isla cerró el tráfico aéreo el pasado 24 de marzo.

“No hay vuelos de repatriación programados a Cuba por el momento. Si bien EEUU no ha suspendido los vuelos de deportaciones a la isla, Cuba no ha aceptado un vuelo de repatriación desde el 28 de febrero de 2020”, indicó el funcionario de ICE.

Fue en esa fecha, que 119 cubanos fueron deportados desde EEUU.

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“Los dos (Yoirlán y Julio) tenían vuelo de deportación para el 29 de mayo pero se canceló sin muchas explicaciones, sólo les dijeron que Cuba no los aceptaría”, comentó a RadioTelevisión Martí, Norma Herrera, organizadora comunitaria de Equal Voice.

En 2019 EEUU deportó a 1.179 cubanos, una cifra mayor que la de 2018 cuando se registraron 463.

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La historia de Yoirlán

Llegó a EEUU en 2006 y años después, en el 2012, se enfrentó a la justicia estadounidense cuando una mujer, que entonces era su novia y que estaba embarazada, lo acusó de suministrarle una sustancia química, sin su consentimiento, que le provocó abortar.

El 27 de febrero de 2015, fue sentenciado a más de 4 años en una prisión federal tras ser encontrado culpable de cometer múltiples fraudes en relación con tarjetas de crédito, un cargo de lavado de dinero; y dos cargos de robo de identidad agravado.

En 2017 un juez dictaminó su orden de deportación.

“Hace dos semanas estábamos de paso en la ciudad de Mission, en Texas, y al salir de un restaurante la policía lo detuvo. Le dijo que había entrado ilegal, que venía de México y se lo llevaron”, relató la mujer, que tiene 8 meses de embarazo y trabaja de noche en un restaurante en Dallas.

Yoirlán no tiene pasaporte, su residencia está vencida y al momento del arresto solo portaba su cartera dactilar

En el Centro de Detención Port Isabel, el cubano originario de Holguín, fue enviado a una celda de castigo luego que denunció en un contacto telefónico con Equal Voice, lo que consideró falta de medidas de prevención en la instalación y manifestó el temor de contagio con el coronavirus.

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Declaraciones de Norma Herrera, representante de Equal Voice

Por su parte la organización no gubernamental indicó que ICE toma represalias con los migrantes al enviarlos a confinamiento solitario por ejercer su derecho a la libertad de expresión consagrada en la Primera Enmienda.

La acusación fue desmentida por el portavoz del Servicio de Control de Inmigración quien indicó que “ICE respeta plenamente los derechos de toda personas a expresar su opinión sin interferencias”.

Preguntado sobre el confinamiento solitario, mencionó el término de segregación administrativa, una forma no punitiva de separación del resto de los detenidos por razones administrativas o disciplinarias y solo se autoriza según sea necesario para garantizar la seguridad del detenido, el personal de la instalación y otros internados.

La representante de Equal Voice dijo que los migrantes han manifestado temor por tres casos de COVID-19 que se han registrado en la instalación, donde asegura hay 216 personas en cuarentena.

“El dice que antes de caer contagiado con el virus y morir en detención, prefiere que lo envíen para Cuba”, indicó Yaelín que llegó a EEUU en 2017 por la frontera con México y hoy es residente permanente.

“Yoirlán y Julio, si Cuba no los acepta, deben ser puestos en libertad”, sentenció Herrera, quien asegura haber recibido denuncias de que el centro tiene pésimas o casi inexistentes medidas para evitar el contagio.

“Los detenidos, comen, duermen y utilizan los baños a pocos metros de distancia y comparten dormitorios que están abarrotados”, señaló la representante de Equal Voice.

Consultado sobre esta queja, el vocero de ICE dijo a Radio Televisión Martí que desde marzo último, el ente gubernamental decidió reducir la población de los centros de detención al 70 por ciento o menos para facilitar el distanciamiento social.

Agregó que se implementaron horarios escalonados para las comidas y la recreación a fin de evitar la aglomeración. Además, se cancelaron hasta nuevo aviso los proyectos de servicios comunitarios.

“Según me cuenta mi esposo, todos no salen a la misma hora a la recreación, pero sí al mismo sitio, juegan con la misma pelota y consumen agua del mismo bebedero. Entonces, ¿qué estamos hablando?”, se pregunta Yaelín, quien asegura que los detenidos no tienen manera de protegerse de la enfermedad.

Por su parte el vocero de ICE dijo que además de proporcionar a los detenidos jabón para ducharse y lavarse las manos, hay desinfectante disponible en las entradas, salidas y las áreas de espera. También le hace entrega del producto a su personal y a los detenidos siempre que sea posible.

En marzo último, el gobierno central suspendió las visitas a los Centros de Detención de ICE, incluso para los abogados.

Según los últimos datos de la agencia federal, hasta el 23 de mayo último, 2.5911 extranjeros permanecían detenidos en sus centros. De esa cantidad, 3.092 han sido sometidos a pruebas por coronavirus y 1.579, dieron positivo.

Otros 813 se encuentran bajo observación o en aislamiento y se reportaron dos muertes en internamiento y otra, después de que la persona salió en libertad y dio positivo.

Entretanto, 44 agentes de ICE que laboran en centros de detención dieron positivo a la prueba del coronavirus. Otros 128 empleados, no asignados a instalaciones de reclusión, se reportan como contagiados.