Milei asume la presidencia de Argentina (FOTOS)

El nuevo presidente de Argentina Javier Milei saluda a la multitud desde un balcón de la Casa Rosada tras tomar posesión del cargo este 10 de diciembre.

El flamante presidente de Argentina, el ultraderechista Javier Milei, advirtió a sus compatriotas que el país se encuentra en una situación crítica derivada de los errores cometidos durante décadas y anunció que para evitar una hiperinflación y enderezar la economía tomará dolorosas medidas de ajuste.

Milei, de 53 años, se dirigió a miles de seguidores que le escucharon en un escenario montado a espaldas del Congreso, donde juró como presidente por un periodo de cuatro años en reemplazo del peronista Alberto Fernández (2019-2023).

El líder de La Libertad Avanza afirmó que con su llegada al poder comenzó una nueva era de "paz y crecimiento" que pone fin a "décadas de fracasos, peleas intestinas y disputas sin sentido que han destruido" al país sudamericano.

El dirigente advirtió que su gobierno no tolerará "a quienes usen la violencia o la extorsión" para obstaculizar el cambio del actual modelo populista que se ha propuesto concretar durante su gestión.

"Se siente, se siente, Milei presidente", gritaban los seguidores del ultraderechista en las afueras del Congreso mientras ondeaban banderas argentinas. Muchos vestían camisetas albicelestes del seleccionado de fútbol.

"(Estoy) feliz que finalmente el pueblo se unió y dio a conocer lo que sentía, lo que pensaba. Por lo menos tenemos un líder que no es un chorro (ladrón) como los de siempre. El año pasado la Argentina salió campeón del mundo y ahora Javier Milei asume. Felicidad pura", dijo a The Associated Press Belén Tadamo, de 20 años, quien llevaba la bandera de su país sobre sus hombros.

En tanto, Wenceslao Aguirre manifestó su deseo de que los problemas económicos se reviertan. "Esperamos que esto cambie de una vez por todas y podamos estar en el único lugar que tenemos que estar como país, que es ser una potencia mundial."

Miles de argentinos vitorean a su nuevo presidente, Javier Milei, durante la toma de posesión, en la plaza frente a la Casa Rosada, en Buenos Aires.

Otras personas ondeaban la bandera amarilla de Gadsden, en cuyo centro hay una serpiente cascabel en espiral y que Milei y sus seguidores han adoptado. La insignia suele asociarse a la derecha libertaria estadounidense.

Durante un discurso enfocado en la problemática situación económica, el nuevo presidente destacó que su país enfrenta una herencia nefasta del gobierno centroizquierdista que lo antecedió, en la que destaca el abultado déficit fiscal y una inflación galopante, que hoy es de más de 142% anual y que podría desbocarse generando un escenario hiperinflacionario.

"El gobierno saliente nos ha dejado plantada una hiperinflación", dijo Milei, quien señaló que su "máxima prioridad es hacer todos los esfuerzos posibles para evitar semejante catástrofe" que -según afirmó- llevaría la actual pobreza que afecta a más de 40,1% de la población al 90%.

"Aunque dejemos de emitir, el desmadre monetario del gobierno saliente de haber emitido por 20 puntos de PIB no es gratis, lo vamos a pagar con inflación", apuntó el economista, de formación ultraliberal.

Según vaticinó, de seguir ese ritmo de emisión de pesos, la suba de precios escalaría a niveles de 15.000% anual. "Este número que parece un disparate implica inflación de 52% mensual. Hoy mismo ya viaja a un ritmo de entre 20 y 40% mensual para los meses entre diciembre y febrero", advirtió.

El escenario de hiperinflación, según Milei, llevaría a Argentina a la peor crisis de su historia y equipararía al país "con la oscuridad de la Venezuela de (los presidentes Hugo) Chávez y (Nicolás) Maduro".
Milei aseveró que no hay otra alternativa que el ajuste para erradicar este problema y otros de la economía.

"No hay alternativa al shock. Eso impactará de modo negativo sobre el nivel de actividad, empleo, salarios reales, cantidad de pobre e indigentes. Habrá estanflación", alertó el mandatario.

Milei acotó que aunque a corto pazo "la situación empeorará... luego veremos los frutos de nuestro esfuerzo habiendo creado las bases de un crecimiento sólido y duradero".

El ultraliberal subrayó que el "ajuste ordenado" caerá con todas sus fuerzas sobre el Estado y no sobre el sector privado.

En referencia a las protestas que los sindicalistas y organizaciones sociales han anunciado en contra de los recortes del gasto que están por llegar, Milei dijo que quien bloquee calles o rutas no recibirá asistencia estatal. "El que corta no cobra... Dentro de la ley (se) permite todo, pero fuera de la ley no (se) permite nada".

Milei sonríe mientras se dirige a la multitud congregada frente a la Casa Rosada tras su toma de posesión este domingo. (Luis Robayo/AFP)

También lanzó una advertencia a las organizaciones sociales que de forma recurrente lideran esas movilizaciones afirmando que el gobierno no se dejará "extorsionar por aquellos que utilizan a los que menos tienen para enriquecerse a ellos mismos".

Al abordar la inseguridad, la mayor preocupación de los argentinos junto con la inflación, Milei dio a entender que practicará la mano dura. "Se acabó con el siga, siga de los delincuentes".

En cuanto a las discrepancias que se avecinan con sus adversarios en el Congreso, quienes han prometido ejercer una férrea oposición a las reformas proyectadas, Milei dijo que su espacio no pretende "perseguir a nadie", aunque peleará por concretar la agenda económica que ha trazado para los próximos cuatro años.

La puesta en marcha de ciertas reformas se perfila complicada teniendo en cuenta que La Libertad Avanza es la tercera minoría en ambas cámaras legislativas y se verá obligada a negociar sobre todo con el peronismo, la mayor fuerza de la oposición.

"No venimos a saldar viejas vendettas ni a discutir espacios de poder. No pedimos acompañamiento ciego, pero no vamos a tolerar que la hipocresía, la deshonestidad o la ambición de poder interfiera con el cambio que los argentinos elegimos", sostuvo el mandatario.

En una ceremonia en el Congreso, Milei juró la Constitución ante la vicepresidenta saliente Cristina Fernández de Kirchner, quien gobernó Argentina entre 2007 y 2015.

Milei entrega una menorah al presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, en Buenos Aires. (Televisión del Gobierno de Argentina/Handout via REUTERS)

A la asamblea legislativa asistieron líderes mundiales de la derecha como el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, y el titular del partido Vox, el español Santiago Abascal.

Antes de jurar el cargo, Milei firmó en el libro de honor del Congreso de presidentes "Viva la libertad carajo", el lema con el que termina sus mensajes políticos.

En una muestra de la grieta política en Argentina, Fernández de Kirchner mostró su disgusto con los militantes de la Libertad Avanza que la abuchearon previamente, a su llegada al Congreso.

La también exmandataria centroizquierdista respondió desafiante a los gritos levantando el dedo anular de su mano derecha con el gesto grosero.

Cinco legisladores de izquierda que esperaban en sus bancas la llegada del libertario alzaron carteles que decían "No al plan motosierra de Milei contra el pueblo".

Según el programa para lo que resta del día, Milei se subirá a un automóvil Valiant III y se trasladará hacia la histórica Plaza de Mayo.

El presidente, quien se auto-percibe judío, aunque todavía no se convirtió, caminará primero hacia la Catedral para una ceremonia interreligiosa.

En horas de la tarde, Milei tomará juramento a los ministros y recibirá a los invitados internacionales.

También asistieron a la asunción de Milei el exmandatario de Brasil, Jair Bolsonaro; el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, y el titular del partido Vox, Santiago Abascal, dirigentes de ultraderecha que comparten sus visiones.

El presidente izquierdista de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, encabeza la lista de ausentes notorios, seguido por sus colegas Andrés Manuel López Obrador de México y Gustavo Petro de Colombia, los tres más afines al kirchnerismo —peronismo de centro-izquierda— que gobernó hasta ahora.

Lula rechazó la invitación, molesto porque Milei lo trató de "corrupto y comunista" durante la campaña.

La excepción fue el presidente izquierdista de Chile, Gabriel Boric, quien sí asistió a la toma de poder del ultraderechista. Nicolás Maduro (Venezuela), Miguel Díaz Canel (Cuba) y Daniel Ortega (Nicaragua) ni siquiera fueron invitados.

En el cierre de su primer día como presidente de Argentina, Milei asistirá a una gala en el Teatro Colón.