Yasiel Puig tendrá su espacio cada día con Dodgers: no fue un espejismo su irrupción en el Big Show.
Dodgers de Los Ángeles y Cardenales de San Luis inician hoy la serie de campeonato 2013 en el Viejo Circuito de las Grandes Ligas de béisbol, y en el line up del equipo angelino aparece otra vez una de las sensaciones llegadas de Cuba, el novato jardinero Yasiel Puig.
Puig es solo uno de los compatriotas suyos escapados al extranjero, eclosión de talentos calificada como “El nuevo swing cubano” por el suplemento especial bilingüe de Major League Baseball, editado a propósito de la postemporada.
La cubierta de la publicación desborda sudor y músculos: en una combinación gráfica se incluye a Aroldis Chapman a punto de soltar la pelota desde su portentoso brazo izquierdo, mientras Yoenis Céspedes —que completa su swing— busca la píldora allá a lo lejos, y Puig ataca briosamente la primera almohadilla.
Cincinnati perdió su pleito de wild card ante los Piratas, así que Chapman no pudo extender su estela victoriosa del calendario regular; en la Liga Americana, Oakland cayó este jueves en el quinto y decisivo encuentro divisional ante Detroit, de modo que ya no habrá más reflectores sobre Céspedes.
Tampa Bay, que debió jugar un partido adicional con Texas Rangers para acceder al wild card —con los tejanos se impone poco a poco Leonys Martín—, venció a continuación a Indios de Cleveland en el choque del todo o nada, pero Tampa desmayó en tres de cuatro porfías ante Boston Red Sox. Así concluyeron la presentaciones de Yunel Escobar, el torpedero de los Rays que, a su hermética defensa, agregó en la postemporada una ofensiva de .467, incluido un perfecto de tres-tres el día final.
DETROIT-BOSTON, MAÑANA
Si Dodgers-Cardenales buscan el banderín de la Liga Nacional, Tigres de Detroit y Boston Red Sox harán lo mismo en la Americana, desde el sábado.
Dos jugadores formados en la Isla —ante el bloqueo informativo del gobierno afincado en La Habana los cubano-americanos son allá poco o nada conocidos—, Brayan Peña y José “Candelita” Iglesias, habían terminado a todo tren con Detroit, pero ahora están en el banco.
Porque el manager Jim Leyland prefirió a Alex Ávila —¡sí, cubano-americano!— por delante de Peña como receptor titular, y debió sacar de la alineación al buen short stop “Candelita”, ahogado en un slump de .083 en la postemporada. Pero Boston y Detroit podrían jugar hasta siete veces, acrecentando los chances de los ahora relegados.
En la otra geografía, no lo dude, Yasiel Puig tendrá su espacio cada día con Dodgers: no fue un espejismo su irrupción en el Big Show, y parece ignorar, con un ataque de .471 en sus cuatro salidas de octubre, el misticismo que envuelve el otoño de las Mayores.
“Una generación joven y dotada le inyecta salsa y sabor a una temporada apasionante”, agrega en su primera plana el suplemento de MLB. Y esa generación, la que forman los cubanos, puede depararnos nuevas alegrías de aquí al último out de la Serie Mundial.
Puig es solo uno de los compatriotas suyos escapados al extranjero, eclosión de talentos calificada como “El nuevo swing cubano” por el suplemento especial bilingüe de Major League Baseball, editado a propósito de la postemporada.
La cubierta de la publicación desborda sudor y músculos: en una combinación gráfica se incluye a Aroldis Chapman a punto de soltar la pelota desde su portentoso brazo izquierdo, mientras Yoenis Céspedes —que completa su swing— busca la píldora allá a lo lejos, y Puig ataca briosamente la primera almohadilla.
Cincinnati perdió su pleito de wild card ante los Piratas, así que Chapman no pudo extender su estela victoriosa del calendario regular; en la Liga Americana, Oakland cayó este jueves en el quinto y decisivo encuentro divisional ante Detroit, de modo que ya no habrá más reflectores sobre Céspedes.
Tampa Bay, que debió jugar un partido adicional con Texas Rangers para acceder al wild card —con los tejanos se impone poco a poco Leonys Martín—, venció a continuación a Indios de Cleveland en el choque del todo o nada, pero Tampa desmayó en tres de cuatro porfías ante Boston Red Sox. Así concluyeron la presentaciones de Yunel Escobar, el torpedero de los Rays que, a su hermética defensa, agregó en la postemporada una ofensiva de .467, incluido un perfecto de tres-tres el día final.
DETROIT-BOSTON, MAÑANA
Si Dodgers-Cardenales buscan el banderín de la Liga Nacional, Tigres de Detroit y Boston Red Sox harán lo mismo en la Americana, desde el sábado.
Dos jugadores formados en la Isla —ante el bloqueo informativo del gobierno afincado en La Habana los cubano-americanos son allá poco o nada conocidos—, Brayan Peña y José “Candelita” Iglesias, habían terminado a todo tren con Detroit, pero ahora están en el banco.
Porque el manager Jim Leyland prefirió a Alex Ávila —¡sí, cubano-americano!— por delante de Peña como receptor titular, y debió sacar de la alineación al buen short stop “Candelita”, ahogado en un slump de .083 en la postemporada. Pero Boston y Detroit podrían jugar hasta siete veces, acrecentando los chances de los ahora relegados.
En la otra geografía, no lo dude, Yasiel Puig tendrá su espacio cada día con Dodgers: no fue un espejismo su irrupción en el Big Show, y parece ignorar, con un ataque de .471 en sus cuatro salidas de octubre, el misticismo que envuelve el otoño de las Mayores.
“Una generación joven y dotada le inyecta salsa y sabor a una temporada apasionante”, agrega en su primera plana el suplemento de MLB. Y esa generación, la que forman los cubanos, puede depararnos nuevas alegrías de aquí al último out de la Serie Mundial.