La revista británica de arte ArtReview eligió al Movimiento San Isidro y al 27N entre las cien figuras más poderosas del arte contemporáneo.
"Este año, los elegidos de Power 100 demuestran que el poder ya no solo se acumula entre quienes están asegurados en lo más alto de sus respectivas jerarquías, sino que también en quienes alteran la forma habitual de hacer las cosas", señalan en la revista.
La lista anual, realizada por un comité internacional anónimo integrado de expertos del mundo del arte, argumentó la decisión en el caso de los cubanos, destacando la capacidad que han tenido estos colectivos de artistas para movilizar a la sociedad.
"El poder toma formas extrañas y, a primera vista, el encarcelamiento y el exilio deberían dejar a un individuo sin poder. Para artistas cubanos como Luis Manuel Otero Alcántara y Hamlet Lavastida, la represión a manos del Estado ha catalizado la acción colectiva", indica ArtReview.
Luis Manuel Otero Alcántara junto a los organizadores de la "00Biennal" en una foto tomada en mayo de 2018. REUTERS/Alexandre Meneghini
Power 100 recuerda que en 2018 las autoridades de La Habana anunciaron una nueva ley destinada a silenciar a los artistas, el Decreto 349, Alcántara se convirtió en la figura más visible del Movimiento San Isidro.
El artista "ha sido perseguido en reiteradas ocasiones, y habiendo estado en huelga de hambre en prisión sin juicio, este año fue condenado a cinco años de cárcel".
El tribunal en La Habana declaró culpable a Otero Alcántara de ultraje a los símbolos de la patria, desacato y desórdenes públicos.
Hamlet Lavastida en entrevista con AFP en Berlín. Ina FASSBENDER / AFP
La revista recuerda que Hamlet Lavastida, miembro del colectivo 27N, es una de los muchos artistas y activistas que han tenido que abandonar el país y recientemente fue galardonado con el Premio a la Libertad de Expresión del Índice de Censura.
Lee también Hamlet Lavastida gana Premio Libertad de Expresión en las Artes 2022 (VIDEO)El artista fue detenido en junio de 2021 en el aeropuerto de La Habana, cuando regresaba de hacer una residencia en Berlín, Alemania. Estuvo 87 días encerrado en Villa Marista, el cuartel general de la Seguridad del Estado. Fue declarado “prisionero de conciencia” por Amnistía Internacional. Tras presiones de la policía política cubana que amenazó con condenarlo a 15 y 18 años de cárcel, el artista aceptó irse al exilio junto a su pareja, la escritora y activista Katherine Bisquet. Actualmente reside en Europa.