Falleció este miércoles en Miami el expreso político cubano Juan Ferrer Ordóñez, natural de Cienfuegos y miembro destacado en la isla de la organización anticomunista Juventud de Acción Católica.
Como alguien lo definió ayer en Facebook, "Ferrer fue un negro duro y especialmente querido entre la juventud levantisca de la nombrada Perla del Sur".
Tuve el honor de conocerle, recién salido del presidio político a finales de los 70's donde mantuvo una actitud activa, altiva y valiente, mediante el común amigo Pablo Rodríguez.
Es bueno apuntar que muchos prisioneros políticos, tras ser libreados después de purgar largas condenas, se convirtieron en referentes para los jóvenes que manteníamos una actitud de no integración y a veces de confrontación con el sistema comunista.
Así, en Cienfuegos, si José Manuel Castiñeira devino un referente cultural anticastrista, Juan Ferrer lo fue de la acción anticastrista, de manera que en el ámbito de ambos puedo recordar no sólo al mencionado Rodríguez sino también a Carlo Pordomingo, a su hermano Nani y a Osvaldito el Loco, entre otros, en un momento en que el subsuelo de la sociedad cubana presagiaba una explosión de dimensiones incalculables que el régimen supo canalizar posteriormente mediante el Éxodo del Mariel en 1980.
Ferrer fue una inspiración para nosotros.
En noviembre de 1959 estuvo entre los organizadores nacionales del Maratón de El Cobre a La Habana, con la antorcha que daría inicio al histórico Congreso Católico Nacional que con la consigna de "No al Comunismo" contó con la participación de más de un millón de personas.
El maratón de relevos, compuesto por jóvenes de la Juventud Católica y creyentes en general, partió del Santuario del Cobre, en Santiago de Cuba, pasando la antorcha que simbolizaba esperanza, libertad, justicia, y rechazo al comunismo. La marcha llegó hasta la Plaza Cívica en La Habana donde llevaron a la Patrona de Cuba ante miles de fieles que allí se congregaron.
En febrero de 1961 participó en un alzamiento armado como integrante del Movimiento de Recuperación Revolucionaria en la zona noreste de la provincia de Las Villas, dirigido por el Dr. Lino Bernabé Fernández, de allí luego de un ofensiva de las fuerzas castristas y tras evadir cercos, pudo escaparse para alzarse poco después en la Sierra Maestra con el contingente del Directorio
Revolucionario Estudiantil, dirigido por Alberto Muller.
Tras esta acción fue detenido y condenado a 10 años de cárcel en la Causa 127/1961 de Santiago de Cuba.
Guardó prisión en Isla de Pinos marcado con el número # 29478.
Muller dijo a Martí Noticias que "Ferrer Ordoñez fue dirigente del Directorio Revolucionario Estudiantil, un hombre muy humilde de la raza negra y con un historial de lucha que lo vincula a la Juventud Estudiantil Católica y a las actividades clandestinas del Directorio Revolucionario Estudiantil en la ciudad de Cienfuegos".
Cuenta que "mientras se esperaba la fecha para el alzamiento en la Sierra Maestra, Juan Ferrer fue designado para subir al campamento de Oswaldo Ramírez en el Escambray, en una misión de colaboración, misión que cumplió con éxito.
En la Sierra Maestra se organizó el frente en dos campamentos: Juan Ferrer fue designado el jefe del campamento de La Plata. En el otro campamento en Naguas, el jefe del campamento designado fue el también estudiante Carlos Cacicedo.
Después del fracaso de Girón y de los subsiguientes frentes guerrilleros coordinados con esa acción, Juan Ferrer con el resto del grupo de alzados del Directorio Revolucionario, pasaron a cumplir largos años de prisión.
Quienes tuvimos el privilegio de conocer a Juan Ferrer, coincidimos en que estamos ante un hombre de coraje, de fe, de humildad, de generosidad y de mucha dignidad", concluye el también ex prisionero político Muller.
En 1978 Juan Ferrer emigró a Venezuela ocupando un importante cargo en el Ministerio del Azúcar que dirigía el Ingeniero cubano Joaquín Pérez, que a su vez había sido miembro del Directorio.
Amigo del recién fallecido combatiente anticastrista, Luís Posada Carriles, la vida de Ferrer se le complicó en Venezuela y fue perseguido después de la fuga de Posada Carriles de una cárcel en San Juan de Los Morros.
De ahí tuvo que escapar a EE.UU, donde trabajó duro en distintas ocupaciones para morir ayer en Miami después de padecer una larga enfermedad.
Ferrer ha muerto pero sus amigos y compañeros de lucha no le olvidaremos pues él supo trazar un camino que inevitablemente, tarde o temprano, nos llevará al triunfo.