Conocido como el gran rival del expresidente Jiang Zemin, Qiao Shi, quien llegó a ser uno de los hombres más influyentes del país comunista y perseguido por la Justicia española por el genocidio en el Tíbet, falleció este domingo a los 91 años de edad.
Qiao, expresidente del Legislativo chino en los años noventa, murió en Pekín por una enfermedad no especificada de la que estaba siendo tratado, informó la agencia oficial Xinhua.
Nacido en Shanghái, se unió al Partido Comunista a los 15 años y llegó a ser uno de los hombres con más poder del Ejecutivo.
Desde finales de los 80 fue miembro del Politburó y del Comité Permanente, el organismo de mayor poder del Partido -y, por ende, del Estado-, y de 1993 a 1998 fue presidente de la Asamblea Nacional Popular (ANP, el Legislativo chino).
Quiao llegó a posicionarse como uno de los grandes rivales del expresidente Jiang Zemin tras la muerte de Deng Xiaoping en 1997. Entonces llegó a ser un fuerte candidato a sucederle, pero le acabó arrebatando el puesto Jiang.
Qiao se retiró de la vida política entre 1997-1998, cuando el expresidente Jiang Zemin tomó el poder.
En 2014, Qiao estuvo perseguido por la Justicia española por su relación con la represión por parte de los comunistas que se vivió en China tras la masacre de Tiananmen en 1989, en la que numerosos manifestantes prodemocracia murieron por disparos del Ejército chino en Pekín, y el genocidio en el Tíbet.
El juez de la Audiencia Nacional española Ismael Moreno llegó a ordenar en febrero del año pasado la busca y captura para su detención e ingreso en prisión incondicional de cinco exlíderes comunistas chinos, entre ellos el expresidente Jiang Zemin y Qiao Shi, por delitos de genocidio, torturas y lesa humanidad en el Tíbet.