Se trata del mayor percance mortal registrado en los cruces por esa peligrosa ruta en lo que va del año y en momentos en que el país centroamericano busca frenar ese incesante flujo cuyo destino es Estados Unidos.
El Servicio Nacional de Fronteras indicó en un comunicado que los extranjeros fallecieron arrastrados por una gran corriente en un río. Según la información recabada, los cuerpos fueron vistos en una zona cercana a la comunidad indígena de Carreto, Darién, agregó la nota.
Una funcionaria de seguridad de Panamá al tanto de la situación que no estaba autorizada a dar su nombre dijo a The Associated Press que, según reportes en las redes sociales de migrantes, el percance se registró el 16 de julio en una área de difícil acceso y tras lo cual comenzaron a hacerse las averiguaciones.
Más de medio millón de migrantes cruzaron el Darién el año pasado y en lo que va de 2024 lo han hecho más de 212.000, en su mayoría venezolanos, según las cifras de la policía fronteriza.
En lo que va del año y sin contar los diez muertos recientes, al menos 29 migrantes han fallecido en su intento por cruzar la selva por diversas causas, de acuerdo con la policía fronteriza. El año pasado se reportaron 84 decesos.
Las autoridades no ofrecieron más detalles del suceso ni precisaron las nacionalidades de los fallecidos de inmediato. Los decesos fueron comunicados al Ministerio Público para su investigación, añadieron.
Aunque antes se ha informado de ahogamientos de migrantes al intentar cruzar ríos caudalosos de la jungla darienita, especialmente en la época lluviosa, es uno de los mayores incidentes mortales ocurrido dentro de esa zona selvática del que se tiene conocimiento, según las autoridades.
Es además la tragedia más reciente que se registra en la peligrosa ruta migratoria entre Sudamérica y Estados Unidos y tiene lugar cuando Panamá — con ayuda financiera y logística del gobierno estadounidense — ultima los detalles para poner en vigor un programa de repatriación de los migrantes que crucen por esa vía.
En febrero, el naufragio de una embarcación dejó al menos cinco muertos y un desaparecido, todos afganos, al intentar llegar a una zona costera del Caribe panameño tras zarpar del lado colombiano.
Como parte de la promesa del nuevo gobierno del presidente José Raúl Mulino de frenar la migración por el Darién, la policía fronteriza cerró con alambre varios puntos en la zona fronteriza con el fin de canalizar los cruces a través de un corredor controlado.
A pesar de esa medida, agrega el comunicado, "la delincuencia organizada transnacional a través de colaboradores locales de estas comunidades costeras del Caribe insisten en utilizar pasos no autorizados poniendo en grave riesgo la vida de estas personas".
De acuerdo con el comunicado, la policía fronteriza informó de las muertes al Ministerio Público ante la posibilidad de que los cuerpos se hayan sepultado con el fin de "encubrir" un delito de presunto tráfico de migrantes.