Por lo menos nueve migrantes fueron encontrados muertos en el Río Bravo después de que decenas de ellos intentaron cruzar de México a Texas cerca de Eagle Pass, el corredor más concurrido para los cruces ilegales.
Las autoridades del sector Del Río de la Patrulla Fronteriza, donde aproximadamente 6 de cada 10 detenciones son de migrantes provenientes de Venezuela, Cuba o Nicaragua, no especificaron la nacionalidad de los fallecidos.
Los funcionarios de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP por sus iniciales en inglés) y de México hicieron el descubrimiento el jueves mientras respondían al reporte de que un gran grupo de personas cruzaba el río. Las fuertes lluvias de los últimos días habían provocado corrientes particularmente rápidas. Los funcionarios estadounidenses recuperaron seis cadáveres, mientras que los equipos mexicanos recuperaron otros tres, según un comunicado de la CBP.
EEUU rescató seis cadáveres, mientras que las autoridades mexicanas recuperaron otros dos. Además, los equipos estadounidenses rescataron 37 personas y detuvieron a 16 más y México detuvo a 39 personas.
En varias ocasiones las autoridades han recalcado la peligrosidad de cruzar el Río Bravo asegurando que el cambio de corriente puede ser "engañosamente rápido" y que dicha travesía puede ser complicada hasta para un buen nadador.
Edwin Viales, del Proyecto Migrantes Desaparecidos, de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) dijo a DW que para los migrantes que usan esa vía "la principal causa de muerte es el ahogamiento en el Río Bravo".
El experto de la OIM dijo a la publicación alemana que también la deshidratación y la fatiga de quienes cruzan el desierto, así como los accidentes de tránsito, están detrás de esos fallecimientos.
La cifra de cubanos que entraron a Estados Unidos de forma irregular por los puntos fronterizos de EEUU desde el 1 de octubre pasado ascendió en julio a 177.848.