Opinión: Muerte y legado de Jacques Rogge

Jacques Rogge. REUTERS/Enrique Marcarian

Empezamos la semana con la triste noticia de la muerte de un gran señor del deporte, Jacques Rogge.

El Sr. Rogge tenía 79 años, nació en Bélgica, estudió Medicina en la Universidad de Gante y su especialidad fue la ortopedia. Estuvo vinculado al deporte desde muy joven, representó a su país en el deporte “Vela” en los Juegos olímpicos de México de 1968. También en Múnich 1972 y Montreal 1976 en la misma disciplina deportiva. Nunca obtuvo una medalla olímpica, pero fue campeón mundial de la clase Cadet en 1959 (Cadet es una clase de embarcación internacional de vela diseñada por Jack Holt en 1947, y se celebra un Campeonato mundial de la clase anualmente desde 1950 hasta 1966, inclusive se denominó "Semana Internacional de la Clase Cadete"), Aparte de su afición por la navegación, también jugó rugby y estuvo en el representativo internacional de su país.

En 1976 se retiró de las competencias, pero siguió vinculado al deporte como miembro del Comité Olímpico Belga, en representación de los deportistas, donde su desempeño fue tan excelente como en su carrera deportiva.

Entre 1989 y 1992 fue presidente del Comité Olímpico Interfederal belga y fue elegido como presidente de los Comités Olímpicos Europeos cuya sigla es COE. Su carrera deportiva sigue con honrosos nombramientos que implican compromiso y trabajo por el deporte. Fue vicepresidente de la asociación de Comités Olímpicos Nacionales, ACNO, y volviendo a su vida de médico, presidió la Comisión Médica de la Federación Internacional de Vela, ISAF, miembro del consejo de la AMA desde 1999 y a partir de 1991 se convirtió en miembro del Comité Olímpico Internacional, COI.

Tuvo una larga trayectoria con una notoria participación en la organización de los Juegos olímpicos de Sídney 2000 y los de Atenas del 2004. También hizo parte de diferentes comisiones entre ellas, del Movimiento Olímpico, de Solidaridad Olímpica y del Comité Médico.

Fue elegido presidente del COI, el 16 de Julio de 2001, en la sesión 112 realizada en Moscú, sucediendo al español Juan Antonio Samaranch, que estaba en ese cargo desde 1980. Sus contrincantes en aquella elección fueron la surcoreana Young Kim, el canadiense Richard Pound, la estadounidense Anita DeFrantz y el húngaro Pal Schmitt.

Se destacó por su diplomacia, educación, trato respetuoso, una gestión impecable y conciliadora, por el gran dominio de cinco idiomas (holandés, inglés, francés, alemán y español). Recibió un COI con unas finanzas socavadas y una imagen deteriorada. Tuvo que reducir el presupuesto y el gigantismo que se había apoderado de los juegos, buscó una tecnología menos costosa, pero siempre antepuso el bienestar de los atletas y el deporte, tal cual lo dijo en su discurso de campaña.

Su gestión fue totalmente opuesta a la de Samaranch en cuanto a la manera de manejar las situaciones, Rogge un conciliador que tenía en cuenta las opiniones de todos los participantes, era respetuoso y un gran ejecutor. El español fue casi un dictador.

Los primeros juegos que se realizaron bajo su presidencia fueron los de invierno de Salt Lake City 2002, reconocidos como el origen de la nueva era de los Olímpicos.

Caracterizado por su rectitud, marcó su dura postura frente al dopaje hasta el punto de expulsar a dos atletas que se saltaron varios controles en vísperas de los olímpicos del 2004.

Fue quien llevó los juegos Olímpicos a China, que fueron ovacionados por el éxito y criticados por la notoria contaminación ambiental a pesar de todos los esfuerzos hechos para disminuirla, por las decisiones que se tomaron en cuanto al horario de las finales de deportes como la gimnasia y la natación, por llevarse a cabo en un país que no respeta los derechos humanos. En algún momento esos juegos quisieron ser boicoteados, pero siguió firme en la premisa de no mezclar política y deporte y sugirió al régimen chino que mostraran en esa oportunidad de apertura al mundo, su compromiso moral de respetar los derechos humanos, cosa que no pasó, hubo represión contra quienes quisieron hacer una manifestación en Pekín.

Fue presidente del COI durante 12 años, tiempo que el consideró suficiente para no perder la creatividad y el entusiasmo.

En el 2011 fue investido como un oficial de La Legión de Honor por el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy.

Bajo su mandato, el béisbol y el sóftbol fueron eliminados del programa olímpico a partir de 2012 en Londres. La misma suerte corrió el boxeo femenino. Se incluyeron el golf y el rugby7 a partir de 2016.

Fue el creador de los Juegos Olímpicos de la Juventud; fueron aprobados el 5 de julio de 2007, cuya primera edición fue celebrada en Singapur en 2010.

Su gestión como presidente plasmó la imagen de ser un gran diplomático, de ser imperturbable y de inculcar transparencia en todos los procesos.

Como cubano tengo para contar una experiencia personal, sobre la rectitud del Dr. Rogge. En una ocasión, el régimen cubano obligó al miembro del COI en Cuba, Reinaldo González, que a la sazón vivía en México (con lo que representa vivir en un país libre), para que renunciara al máximo ente deportivo, arguyendo que dicho señor no era lo suficientemente castrista para ostentar esa dignidad. El régimen quería nombrar a alguien del circulo interno de la dictadura. El conociendo la rigidez que implica representar al régimen cubano, recibió su carta de renuncia con obediencia y sumisión, situación que fue conocida. Sin demora se hizo una reunión de la familia olímpica latinoamericana, a la cual no asistieron algunos simpatizantes de régimen opresor, donde se comisionó al también Dr. Fidel Mendoza, que era amigo personal del Dr. Rogge, para que se lo informara y hallara la forma de evitar esa renuncia.

El Dr. Rogge le dijo a Fidel Mendoza que no se preocupara, que él arreglaba eso. Cuando González llegó a entregar su carta de renuncia, sin saber nada de la reunión que se había hecho antes, durante el desayuno, El Dr. Rogge le dijo a Reinaldo “Yo pudiera aceptarle la carta de renuncia, pero he de informarle a su Comité Olímpico en Cuba, que yo voy a pedirle al Comité Ejecutivo del COI, que el próximo miembro a elegirse sea una mujer del continente africano”. Reinaldo llamó a La Habana y le dijeron, mejor quédate ahí en el cargo. Se quedó, siguió viviendo en México hasta que murió.

Terminó su presidencia en el COI en la sesión 125 llevada a cabo en Buenos Aires, el 10 de septiembre de 2013, donde fue elegido el alemán Thomas Bach. De ahí, pasó a ser el presidente de Honor del COI. El 28 de abril de 2014, fue nombrado enviado especial para jóvenes refugiados y deporte, por el secretario general de la ONU, Ban KI-Moon, buscando poner al deporte dentro de la juventud, como una herramienta de empoderamiento, paz, reconciliación, seguridad, salud, educación y hacer a la sociedad más inclusiva.

En la mañana del 29 de agosto de 2021 se apagó su vida después padecer durante los últimos años serios quebrantos de salud relacionados con el Mal de Parkinson. Honor, respeto y reconocimiento a quien lo merece, sin duda alguna el Dr. Jacques Rogge merece eso y mucho más por lo que representó en el deporte.