Más de 60 invitados del cubano de los Yankees Néstor Cortés se quedaron con las ganas de verlo lanzar en Miami

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Más de 60 familiares y amigos de Néstor Cortés se quedaron con las ganas de ver al zurdo cubano de los Yankees de Nueva York lanzar por primera vez en Miami.

Aunque nació en Batabanó, al sur de La Habana, Cortés hizo de Hialeah su Patria Chica, a donde llegó de meses y donde lanzó sus primeras pelotas.

Nasty Néstor tenía previsto abrir el juego del sábado ante los Marlins en el loanDepot Park y compró más de 60 boletos para regocijo de sus allegados.

En seis temporadas en las Mayores, todas en equipos de la Americana, no había tenido la oportunidad de jugar partidos interligas en el sur de la Florida y el encuentro del sábado le hacía mucha ilusión.

Pero el viernes, en el primer juego de la serie de tres, se resintió de una molestia en el manguito rotador del hombro izquierdo, la misma que ya lo había enviado por dos meses a la lista de lesionados en junio y julio.

“En principio me dijo el médico que debo estar dos o tres semanas sin lanzar una pelota, para que baje la inflamación y me recupere bien”, le dijo Cortés al colega Alfre Álvarez, poco después de conocer las malas nuevas.

“Eso me hace sentir muy triste, porque esta es una serie que yo, desde que salió el calendario, me dije, oh, vamos a Miami, ojalá que me toque pitchear ahí”, reconoció el zurdo, quien sólo pudo trabajar en un partido, el sábado 5 de agosto, tras su regreso de la lista de incapacitados.

“Creo que hubiera sido deshonesto con el equipo si no les hubiera dicho cómo me sentía, por cumplir el sueño de lanzar aquí”, agregó el serpentinero.

Aunque Cortés asegura que la magnitud de la lesión no es tan preocupante, pues fue atajada a tiempo, las probabilidades de que vuelva a lanzar en lo que resta de temporada son mínimas.

La buena noticia para Néstor y sus 60 familiares y amigos, es que tendrán la oportunidad de verse nuevamente en el loanDepot Park de la Pequeña Habana en el 2024, pues ya desde este año, las Grandes Ligas adoptaron un calendario más amplio, que permite a cada equipo, ya sea de la Liga Americana o de la Nacional, visitar y recibir a los otros 29 rivales.