El camillero y activista cubano Omar Ortega Mendoza fue sancionado la semana pasada a tres años y medio de privación de libertad en un juicio sumario celebrado por el Tribunal Municipal de Morón en Ciego de Ávila.
“El tribunal permaneció acordonado por fuerzas policiales y de la Seguridad del Estado y la vista se efectuó a puertas cerradas con la sola participación de dos familiares de Omar y sin el respeto debido a las normas del derecho procesal penal”, dijo una tía del encausado a Juan Carlos González Leyva, activista del Consejo de Relatores de Cuba.
“Fue acusado de dos delitos de desacato, uno simple y otro agravado”, agregó González Leyva.
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Ortega, de 34 años, había sido detenido el 27 de septiembre por, presuntamente, haber dibujado grafitis antigubernamentales en la pared frontal del estadio de la localidad.
“No fue inculpado por los letreros aparecidos en la pared del Estadio, incitando al pueblo a no votar por el Código de Familia, sino por una directa que hizo a través de las redes sociales, en las que asume una postura radical crítica contra el gobierno de Cuba y menciona a Miguel Díaz-Canel de forma irrespetuosa, según declararon los oficiales de la Seguridad del Estado”, apuntó el presidente del Consejo de Relatores.
Durante el arresto de Ortega Mendoza, la Seguridad del Estado y la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) practicaron un registro en su vivienda en busca de brochas y pinturas con la presunta intención de inculpar al camillero por los letreros, pero no pudieron encontrar prueba alguna.
Ortega Mendoza cumplió, recientemente, otra condena de 10 meses de prisión por publicar imágenes que mostraban decenas de cadáveres en los pasillos de un hospital de Morón, poniendo de manifiesto la precariedad del sistema de salud cubano y la indolencia de las autoridades del sector.