La curva de Bernardo "Navaja" González tenía un filo que asustaba.
El derecho de los equipos de la capital cubana abanicó a 364 en 401 entradas desde el montículo durante la difícil década de los 70. Incómodo de batear, "Navaja" tuvo en su propio brazo a su más enconado rival. Sólo alcanzó a lanzar en siete Series Nacionales.
Aún así, el derecho brilló con luz propia en su época. Junto a la escuadra cubana asistió al Mundial de Nicaragua 1972, donde se proclamó campeón amateur.
"Tuve momentos muy buenos en el béisbol", recuerda el veterano de 63 años. "Pude integrar el equipo Cuba en el año 1972 a la Serie Mundial –amateur– de Nicaragua, cuando el famoso jonrón de Agustín Marquetti".
Hace más de dos años que "Navaja" González vive en Miami. En esta ciudad se ha relanzado a sí mismo como entrenador del deporte que le hizo grande entre los aficionados de la isla.
"Trabajo con algunos muchachitos. Enseñándoles un poquito de los pocos conocimientos que tengo del béisbol", comentó a Martí Noticias.
"Navaja" González transpira modestia. Pero no me engaña. Su experiencia en este deporte es la de un pelotero que ilustró los años dorados del béisbol cubano. Los más jóvenes bajo su cátedra pueden sentirse dichosos.
Más en confianza, González me cuenta cómo el propio Fidel Castro llegaba al Estadio Latinoamericano y, tras cerrar las puertas al público, le pedía –al menos en una ocasión– a los dirigentes deportivos que "Navaja" lanzara contra los mejores bateadores del momento.
"En una ocasión uno de sus escoltas me dijo que me pelara", recordó González mientras se reía con la burla a flor de piel, "porque al Comandante no le gustaba que los atletas estuvieran peludos".
De regreso al presente, "Navaja" disfruta cómo los jugadores cubanos están triunfando en las Grandes Ligas.
"Cuba es una fuente, grande, buena, de donde salen los peloteros", exclamó. "En todas las épocas nosotros vamos a tener béisbol. Cuba siempre va a ser una cantera. Con esos muchachos que han estado llegando a las Grandes Ligas..., pueden jugar en cualquier béisbol del mundo. Y muchos de los que quedan en Cuba también pueden jugar en las Grandes Ligas".
Desde Miami, el ex lanzador de los equipos habaneros no olvida a sus aficionados en la isla. "Les mando un saludo", remató el ex pelotero. "Y aunque esté viviendo aquí ahora, soy cubano".