El líder de la oposición al Kremlin, Alexei Navalny, se declaró este miércoles en huelga de hambre, desde la prisión donde está encarcelado en las afueras de Moscú.
El activista anticorrupción de 44 años denunció que no le han dado la atención médica adecuada y que los carceleros lo despiertan cada hora durante toda la noche en una forma de tortura.
Regresó a Rusia en enero tras haber estado hospitalizado en Alemania a raíz de un envenenamiento con un agente neurotóxico del que acusa al presidente ruso, Vladimir Putin.
En la carta de hoy describe que lo que empezó como un dolor de espalda agudo se extendió a su pierna derecha y luego a la izquierda.
"No quiero perder las dos piernas", alertó.
"Realmente necesito un médico. Todo preso tiene derecho (por ley) a invitar a un especialista para que lo examine y lo consulte. Incluso yo tengo ese derecho y soy inocente", escribió Navalny en una carta escrita a mano dirigida al director de su prisión y publicada en las redes sociales por su equipo.
"Exijo que se permita a un médico verme, y hasta que esto ocurra, me declaro en huelga de hambre", alertó el opositor encerrado en la colonia penal correctiva IK-2, situada a 100 km al este de Moscú.
Occidente ha exigido a Rusia la liberación de Navalny. Moscú, que ha puesto en duda su envenenamiento, ha calificado estos llamamientos de injerencia inaceptable en sus asuntos internos.