"No nos alegramos por la muerte de una persona, pero sí por la de un tirano porque, por culpa de él, el pueblo ha estado dividido, miles han sido fusilados, otros ha muerto, hay millones de refugiados", dijo a Efe Israel Abreu, quien cumplió catorce años de prisión en cárceles cubanas.
Abreu argumentó además que "este hombre ha acabado con el pueblo cubano. Nos alegramos que se haya ido porque se salva el pueblo".Como muchos otros cubanos, Abreu se enteró del deceso de Castro cuando veía la televisión y de inmediato, añadió, "comencé a llamar amigos y otros me llamaron" y desde entonces no han parado de celebrar.
"Esto ha sido muy grande", agregó Abreu, que preside el Comité de Ayuda a los Activistas de Derechos Humanos, y que tiene esperanzas de que con Raúl Castro al frente del país desde 2008, habrá cambios para Cuba, del que salió en 1979. "Creo que habrá algún cambio, pero no como uno quisiera", porque considera que "Raúl no es un líder, a él le tocó estar ahí, a él no le gusta. Es más pragmático que Fidel", afirmó Abreu.
Sin embargo, su amigo Aurelio Candelario, que cumplió 18 años de prisión y que también celebraba hoy la muerte de Castro, no se expresa tan confiado en que haya los cambios que esperan y por los que ha luchado desde la distancia. Con la muerte de Fidel, "uno menos", fue la primera reacción de Candelario. "No estamos aquí celebrado la muerte de nadie, sino dando un homenaje a las víctimas de ese señor, que mató tanta gente en Cuba", dijo a Efe.
Candelario, de 78 años, que tras ser indultado llegó a EE.UU, se estableció en 1980 en Nueva Jersey, que después de Florida cuenta con la mayor población de cubanos. "Los años en prisión fueron terribles. Dejamos unos 30 ó 40 prisioneros que murieron en huelga de hambre o asesinados por el sistema. Estuve en siete huelgas de hambre en prisión", dijo Candelario, que se identificó "como un campesino cubano" y que no cree haya cambios con la muerte de Castro.