La hija del preso político Félix Navarro Rodríguez, en huelga de hambre en prisión, denunció este jueves el hermetismo que mantiene el régimen cubano acerca de su padre.
Saylí Navarro exigió evidencias de que su padre está vivo; ella y su madre se personaron en la prisión “Combinado del Sur”, en Matanzas, para interesarse por la vida del opositor, pero no pudieron verlo. Según Saylí, hoy están mucho más preocupadas y angustiadas ante la suerte que está corriendo su padre.
“El joven que apareció como tirado de un paracaídas que dijo ser oficial de la Seguridad del Estado, que llegó hasta donde estábamos nosotras, mi madre y yo, nos ha dejado mucho más tensas. Solamente nos dijo que mi padre está bien. Y luego después simplemente añadió que tiene bien la glicemia y que tiene bien la tensión arterial. Pero no pudimos ver a mi padre”, dijo.
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Reporte de José Luis Ramos para Radio Martí
Hasta este momento no le han permitido ni una llamada telefónica desde prisión, comentó la joven. Navarro Rodríguez, de 68 años, presidente del Partido por la Democracia “Pedro Luis Boitel, padece de diabetes y otras enfermedades, y aún se recupera de las secuelas del COVID-19.
El 12 de julio, el opositor se presentó en la Unidad de la Policía de Perico para conocer sobre la situación de otros activistas, donde lo arrestaron. Las autoridades lo acusaron de atentado y desorden público.
Saylí dijo que pidieron sus pertenencias a las autoridades, específicamente, su ropa sucia, pero regresaron a casa sin ellas.
“Hoy estamos como en el primer día, y mucho más angustiadas, porque ya han pasado 10 días de estar mi padre plantado en huelga de hambre. Y la única información que tenemos fue la que salió el primero de septiembre del interior del Combinado del Sur, que era precisamente que mi padre estaba en muy malas condiciones de salud, y que lo tenían en la enfermería del penal. Lo que hoy puedo decirles es que no sabemos a ciencia cierta si mi padre está vivo o está muerto”, señaló la hija del líder opositor.
La joven advierte que “lo que está planeando la Seguridad del Estado, el G2 cubano, es criminal, como suele ser la dictadura Castro-Canel”, y exigió fe de vida de su padre, y también del líder de la Unión Patriótica de Cuba José Daniel Ferrer García, “y todos los presos políticos que se encuentran al día de hoy plantados en huelga de hambre”.