Diplomático alerta a México sobre represalias de Cuba y Venezuela por papel en OEA

Roger Noriega. Foto Archivo

“Existe el riesgo para México de que La Habana responda interviniendo en sus asuntos internos” e incluso “va a tratar de desestabilizarlo”, afirmó el diplomático estadounidense.

Roger Noriega, uno de los diplomáticos de origen hispano más experimentados del Departamento de Estado norteamericano, analiza para El Economista el papel de México en la reciente asamblea general de la OEA y advierte que “los diplomáticos mexicanos tiene que reconocer que Venezuela y Cuba van a responder y no van a aceptar ese papel” que ahora ha asumido, porque “por décadas México ha respetado el derecho de Cuba de actuar en la región y ha apoyado la dictadura de los Castro”.

La OEA celebró la semana pasada la 47 Asamblea General en Cancún
(México), y cerró su sesión sin la buscada resolución sobre la crisis de Venezuela. México estuvo al frente de un grupo de naciones que intentó hasta el último momento aprobar un texto que incluyera la petición de cancelar la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela.

“Existe el riesgo para México de que La Habana responda interviniendo en sus asuntos internos” e incluso “va a tratar de desestabilizarlo”, afirmó el diplomático estadounidense, que trabajó como miembro del equipo del senador Jesse Helms, que en 1996 fue uno de los promotores de la ley Helms-Burton para endurecer y codificar el embargo económico al régimen marxista de Cuba.

“Cuba es el único país en América Latina que se reserva el derecho absoluto a intervenir en los asuntos internos de cualquier otro país”, sentenció el diplomático.

“Los cubanos no respetan los derechos laborales, básicos y políticos del pueblo” ni “las reglas del juego. No tienen un Estado de Derecho”, subraya Noriega, que anticipa que por esas causas Trump no va a levantar el embargo.

Sobre la postura asumida por México en la discusión de Venezuela en la agenda de la OEA alerta que, México debe “reconocer que está ahora en contra de los intereses de Cuba, porque la dictadura en Venezuela es un producto de la política de La Habana” y su mantenimiento es “parte del plan de sobrevivencia” del sistema comunista cubano".

El diplomático cree que al renovar la política que mantuvo por décadas de no interferir con Cuba y últimamente con Venezuela, el gobierno de Enrique Peña Nieto “deberá reconocer que los cubanos van a responder y, de una manera destructiva, negativa contra la estabilidad política y económica de México”.

Noriega critica al secretario de Estado, Rex Tillerson, del gobierno de Donald Trump por haber desatendido la cumbre de la OEA, lo que califica como “un error” porque considera que perdió “la oportunidad de haber tenido contacto con los países de América Latina” justo cuando ocurre el “colapso de un país de la región” que requiere de más atención y una respuesta más enérgica” de Estados Unidos.

Aunque “Trump ha intentado establecer contacto y canales de comunicación” en Venezuela, estimó que “las sanciones no han impactado” pues “se requiere de más intensidad para impactar en los intereses de los criminales que están manejando el régimen” de Maduro.

Noriega critica ásperamente la “falta de coherencia” de su país, que a su juicio (al comprar petróleo a Maduro) es “la fuente más importante de dinero de la que depende ahora el régimen de Venezuela” y, por eso, aconseja que el actual gobierno debe “considerar alternativas”.

“Por la compra de ese petróleo a Venezuela tenemos una obligación de hablar mucho más claro y actuar de una manera más efectiva sobre el régimen”, insiste Noriega, quien propuso que Estados Unidos aplique “más sanciones” contra líderes venezolanos.

Noriega considera que el régimen de Venezuela, al que califica como un “narcoestado”, tiene “un impacto dramático en la estabilidad, seguridad e intereses de todos sus vecinos y por supuesto, Estados Unidos.

[Redactado por Armando de Armas a partir de una entrevista publicada en El Economista]