La nota suicida del atacante de Virginia revela motivo del crimen

  • Agencias

Captura de imagen del manifiesto escrito por el atacante de Virginia.

La muerte a tiros de una reportera y un camarógrafo durante una trasmisión en vivo por televisión en Virginia a manos de Vester Lee Flanagan II, un excolega descontento, continúa impactando este jueves a millones de usuarios en las redes sociales con la revelación de un manifiesto escrito por el asesino antes de cometer el crimen.

Unas tres horas después del hecho, ABC News dijo que recibió por fax una declaración de 23 páginas firmada por Bryce Williams, seudónimo también utilizado por Flanagan en una cuenta en las redes sociales, que incluye un escalofriante videoclip de 556 segundos en el que aparece acercándose sigilosamente, pistola en mano, a Parker y Ward cuando realizaban una entrevista.

En el manifiesto difundido por ABC News, Flanagan asegura que respondió a un llamado de Dios al decidir acabar con la vida de Parker y Ward, en venganza por el ataque racista ocurrido meses atrás en una iglesia de Charleston.

En lo que tituló "Nota suicida para familiares y amigos", el atacante de Virginia escribió que había sido víctima de discriminación racial, acoso sexual y burlas en su centro de trabajo y que quería estar en paz cuando abandonara este mundo.

Flanagan menciona en el manifiesto al asesino de Virginia Tech, Seung Hui Cho, a quien llama "mi muchacho", y expresa admiración por los atacantes de la secundaria Columbine.

"Me sentí influenciado por Seung-Hui Cho. Ese es mi muchacho. Él duplicó el número [de víctimas] de Eric Harris y Dylann Klebold... por así decirlo", señaló Flanagan.

Pocas horas después del tiroteo, empezaron a aparecer referencias a las víctimas en una cuenta bajo el seudónimo utilizado por el asesino y finalmente un video de la emboscada filmado por éste.

La cámara caída de Adam Ward alcanza a filmar al presunto asesino, Vester Lee Flanagan.

Este jueves, un día después de la matanza que horrorizó a millones en el país, el personal doliente de la emisora WDBJ-TV se reunió para una emisión de su programa Mornin. A las 6:45 a.m., la hora local del asesinato de Parker y Ward, la emisora observó un minuto de silencio con las fotos de las víctimas en la pantalla.

Kim McBroom, la presentadora durante el tiroteo del miércoles que intentó reconfortar a los espectadores inmediatamente después de la sorpresiva transmisión del ataque, tomó las manos del meteorólogo Leo Hirsbrunner y de su colega Steve Grant, quien llegó de la televisora hermana KYTV en Springfield, Missouri.

"Tomados de las manos aquí en la mesa. Es la única manera de hacerlo", dijo segundos antes del minuto de silencio.

Durante su segmento, Hirsbrunner recordó con voz temblorosa que Ward lo llamaba todas las mañanas para conocer el estado del tiempo antes de salir a hacer su trabajo. "No sé cómo dar el estado del tiempo en un día como este", dijo. McBroom le respondió: "Buen trabajo, compañero. Lo superaremos juntos".

La emisión matutina incluyó una serie de noticias sobre el suceso. Una se enfocó en la investigación penal de Vester Lee Flanagan II, el exreportero de WDBJ-TV que utilizaba el seudónimo artístico de Bryce Williams. Murió de un disparo autoinfligido horas después de la matanza.

Su familia dio a conocer un comunicado a través de un representante en el que expresó condolencias a las víctimas y pidió se respete su intimidad.

El ataque parece haber sido cuidadosamente planificado. Flanagan fue visto en un auto alquilado que había reservado previamente; su propio Mustang apareció abandonado en el aeropuerto local, dijo el comisario del condado de Franklin, Bill Overton. La entrevista fue realizada en un centro comercial aún no abierto al público ese día, en un lago remoto en Moneta, a unos 35 kilómetros de los estudios de WDBJ en Roanoke. La emisora había promocionado la entrevista e indicado dónde tendría lugar.

A diferencia de tantos crímenes que se deben reconstruir en sentido inverso, este se desarrolló en tiempo real en Twitter y Facebook. La transmisión en vivo fue compartida una y otra vez antes de que las autoridades de la televisora estuviesen enteradas de la suerte de sus empleados. Unos 40.000 espectadores, entre ellos el comisario, habían sintonizado el programa matutino y escucharon el grito de Parker. La vieron correr al caer la cámara, que captó la imagen fugaz de un hombre con un arma en la mano.