"Nuestro pueblo sufre, sufre", Arzobispo de Santiago de Cuba pide cambios y que no se haga un llamado a la violencia

Monseñor Dionisio García Ibánez habla al Papa Francisco en el Santuario de la Caridad del Cobre en septiembre de 2015. Ismael Francisco/Cubadebate via AP

El monseñor Dionisio García Ibáñez, arzobispo de Santiago de Cuba, habló el domingo pasado de la necesidad de cambios urgentes en Cuba y de que no se haga un llamado a la violencia.

Durante la eucaristía del 31 de octubre de 2021, en la Basílica Santuario de Nuestra Señora de la Caridad en El Cobre, el religioso mencionó las dificultades que enfrentan los cubanos días tras día: "La pandemia con toda su secuela de dolor, de incertidumbre, de miedos nos ha tocado fuerte. La situación de nuestras familias por la economía, por la supervivencia, nos está afectando mucho; a muchas familias no les alcanza, no tienen lo suficiente para vivir, por los salarios, por las escaseces, por las reformas económicas que no han dado los resultados que los que la programaron esperaban".

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Oración ante la Madre de Mons. Dionisio García


El Arzobispo, miembro del Comité Permanente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, reconoce sin tapujos: "Nuestro pueblo sufre, sufre. Cada día tiene que gastar más en las cosas esenciales de la vida y el dinero no alcanza. El dinero no lo hace todo, pero el dinero, la producción de una sociedad es necesaria para poder vivir bien".

"Por eso Madre te pedimos por todos aquellos responsables, la mente, la inteligencia, el ansia de progreso que tiene todo nuestro pueblo, no se vea limitada, sino al contrario, que se abran todas las posibilidades posibles para que todos podamos enriquecernos mutuamente, con nuestro trabajo decente y que todos tengamos un salario digno, para que los padres puedan vivir tranquillos cuando ven a su familia que tienen que sostener", declaró.

En la oración a la Virgen, le pide que los cubanos se amen unos a otros, que no le deseen nada malo a nadie, como no lo deseamos para nosotros. Que no hagan ningún mal a otro.

"Al ser iguales todos tenemos que respetarnos. Que nunca entre nosotros haya un llamado a la violencia, que nunca un vecino se ponga contra otro vecino, ni un joven contra otro joven, así no se construye la Patria. Has que, al mirar al otro, sin ingenuidades, pero sí con mucho respeto, miremos a otra persona igual a mí, y que lo que deseo para mí lo tengo que desear para él, y que él tiene tanto derecho como yo a participar en la solución de los problemas que nos conciernen a todos. Que nadie tenga miedo, ni nadie sienta el temor de que se vea impedido a ejercer lo que es natural para cada persona dentro del orden, dentro del respeto al otro. Para eso están las leyes, las leyes están para que todos seamos respetados", expresó el monseñor.

"Te pedimos también por los cambios necesarios para que los cubanos vivamos en paz, en prosperidad en alegría, en seguridad, para que se nos quite la tristeza, se nos quite la confusión, se nos quite la desesperanza. No tengamos miedo en hacer los cambios, son necesarios. La vida necesita eso, nosotros cambiamos nuestra vida, y podemos cambiar para mejor. Virgen ayúdanos a eso. Inspira al Espíritu Santo a aquellos que determinan nuestro futuro, para que todos nos sintamos hermanos, hermanos de verdad, no hermanos como frase hecha, que todos sepamos respetarnos", declaró el religioso.

A raíz de la protestas del 11 de julio y de la represión contra los manifestantes, el Arzobispo de Santiago de Cuba pidió en una homilía dominical que "las diferencias lógicas que existen en cada pueblo se resuelvan a través del diálogo, de la misericordia y del perdón, y nunca con la violencia y la intolerancia".

"Los obispos en medio de las dificultades, de las protestas, de las manifestaciones de estos días últimos días y también como consecuencia de eso los presos que han habido, las represiones, la iglesia quiere pedir por todos los cubanos, por toda Cuba", dijo García.