Está encabezada por el general Leonardo Barrero, quien asume la Comandancia General de las Fuerzas Militares, mientras que como jefe del Estado Mayor Conjunto fue designado el general Hugo Acosta.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, designó una nueva cúpula militar más afín al proceso de paz que lleva a cabo con la guerrilla comunista FARC, en un momento en que las partes se esfuerzan por lograr un acuerdo, destacaron analistas.
Santos anunció el cambio del alto mando militar la noche del lunes en un discurso en el cual elogió su labor, y este martes comenzaron las reuniones de empalme.
La nueva cúpula militar está integrada por "oficiales que han estado en los lugares clave del conflicto, pero internamente se han mostrado más tranquilos y más favorables al proceso de paz", dijo a la AFP León Valencia, director de la Fundación Paz y Reconciliación.
El cambio se produce además en un momento en que Santos "se muestra mucho más seguro que antes de que va a lograr un acuerdo" con la guerrilla, señaló Valencia, experto en el conflicto armado.
La nueva cúpula está encabezada por el general Leonardo Barrero, quien asume la Comandancia General de las Fuerzas Militares, mientras que como jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Militares fue designado el general Hugo Acosta, indicó la agencia Efe.
El gobierno de Santos lleva a cabo desde noviembre de 2012 un diálogo de paz en La Habana con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que busca poner fin al conflicto armado interno de medio siglo, el más prolongado del continente.
El mandatario se ha propuesto alcanzar un acuerdo hacia fines de año, antes de entrar de lleno en la campaña electoral por los comicios legislativos y presidenciales de 2014 en los que podría aspirar a un segundo mandato.
Aunque tradicionalmente los cambios en la cúpula militar se realizan en diciembre, al mismo tiempo que los ascensos, Valencia opinó que éste era "uno de los últimos momentos propicios para nombrar a los nuevos altos mandos, pues habría sido más complicado si se decidía estando más cerca de la campaña electoral".
También el politólogo Fernando Giraldo consideró que "en las conversaciones con las FARC al parecer se están acumulando factores positivos" y el nombramiento de la nueva cúpula de fuerza pública "encaja en una perspectiva posconflicto".
"La cúpula saliente es la que ha estado combatiendo hasta ahora a la guerrilla y los nuevos mandos si bien han dirigido a la fuerza armada, no eran los principales responsables", destacó Giraldo a la AFP.
Al anunciar los cambios, Santos elogió a la cúpula militar saliente como la que "más resultados ha cosechado en la historia reciente de Colombia en la lucha contra el terrorismo, las bandas criminales, el narcotráfico, la minería criminal y la delincuencia común".
Entre esos resultados, Santos ha mencionado varias veces la muerte en un operativo militar en 2011 del máximo comandante de las FARC, Alfonso Cano.
A la vez, el ministro de la Defensa, Juan Carlos Pinzón, un civil considerado como muy cercano a Santos, describió este martes a la nueva cúpula militar como "oficiales con pensamiento moderno que podrán ajustar y transformar a las fuerzas a la realidad que el país requiera".
Sobre los mandos salientes, Valencia explicó que el general Sergio Mantilla, comandante del Ejército, "tenía muchas interrogantes y era una voz discordante con respecto al diálogo de paz".
Mantilla fue reemplazado por el mayor general Juan Pablo Rodríguez, del comando conjunto de operaciones especiales.
Colombia, con 47 millones de habitantes, tiene una fuerza pública de unos 400.000 militares y policías, una de las más grandes de la región.
Además, la fuerza armada de Colombia recibe ayuda de Estados Unidos en entrenamiento y tecnología para combatir el narcotráfico y las guerrillas, que desde 2000 suma más de 8.000 millones de dólares.
En el presupuesto de 2014 presentado al Congreso en julio, los gastos destinados a defensa y policía representan 17,9% del total de 105.000 millones de dólares, por encima de educación (17,6%) y salud (11,6%).
Santos anunció el cambio del alto mando militar la noche del lunes en un discurso en el cual elogió su labor, y este martes comenzaron las reuniones de empalme.
La nueva cúpula militar está integrada por "oficiales que han estado en los lugares clave del conflicto, pero internamente se han mostrado más tranquilos y más favorables al proceso de paz", dijo a la AFP León Valencia, director de la Fundación Paz y Reconciliación.
El cambio se produce además en un momento en que Santos "se muestra mucho más seguro que antes de que va a lograr un acuerdo" con la guerrilla, señaló Valencia, experto en el conflicto armado.
La nueva cúpula está encabezada por el general Leonardo Barrero, quien asume la Comandancia General de las Fuerzas Militares, mientras que como jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Militares fue designado el general Hugo Acosta, indicó la agencia Efe.
El gobierno de Santos lleva a cabo desde noviembre de 2012 un diálogo de paz en La Habana con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que busca poner fin al conflicto armado interno de medio siglo, el más prolongado del continente.
El mandatario se ha propuesto alcanzar un acuerdo hacia fines de año, antes de entrar de lleno en la campaña electoral por los comicios legislativos y presidenciales de 2014 en los que podría aspirar a un segundo mandato.
Aunque tradicionalmente los cambios en la cúpula militar se realizan en diciembre, al mismo tiempo que los ascensos, Valencia opinó que éste era "uno de los últimos momentos propicios para nombrar a los nuevos altos mandos, pues habría sido más complicado si se decidía estando más cerca de la campaña electoral".
También el politólogo Fernando Giraldo consideró que "en las conversaciones con las FARC al parecer se están acumulando factores positivos" y el nombramiento de la nueva cúpula de fuerza pública "encaja en una perspectiva posconflicto".
"La cúpula saliente es la que ha estado combatiendo hasta ahora a la guerrilla y los nuevos mandos si bien han dirigido a la fuerza armada, no eran los principales responsables", destacó Giraldo a la AFP.
Al anunciar los cambios, Santos elogió a la cúpula militar saliente como la que "más resultados ha cosechado en la historia reciente de Colombia en la lucha contra el terrorismo, las bandas criminales, el narcotráfico, la minería criminal y la delincuencia común".
Entre esos resultados, Santos ha mencionado varias veces la muerte en un operativo militar en 2011 del máximo comandante de las FARC, Alfonso Cano.
A la vez, el ministro de la Defensa, Juan Carlos Pinzón, un civil considerado como muy cercano a Santos, describió este martes a la nueva cúpula militar como "oficiales con pensamiento moderno que podrán ajustar y transformar a las fuerzas a la realidad que el país requiera".
Sobre los mandos salientes, Valencia explicó que el general Sergio Mantilla, comandante del Ejército, "tenía muchas interrogantes y era una voz discordante con respecto al diálogo de paz".
Mantilla fue reemplazado por el mayor general Juan Pablo Rodríguez, del comando conjunto de operaciones especiales.
Colombia, con 47 millones de habitantes, tiene una fuerza pública de unos 400.000 militares y policías, una de las más grandes de la región.
Además, la fuerza armada de Colombia recibe ayuda de Estados Unidos en entrenamiento y tecnología para combatir el narcotráfico y las guerrillas, que desde 2000 suma más de 8.000 millones de dólares.
En el presupuesto de 2014 presentado al Congreso en julio, los gastos destinados a defensa y policía representan 17,9% del total de 105.000 millones de dólares, por encima de educación (17,6%) y salud (11,6%).