Nunca ha sido más claro el fracaso del comunismo en Cuba, señala columnista en The Washington Post

Una bodega en La Habana con carteles de Fidel y Raúl Castro. REUTERS/Alexandre Meneghini

El régimen comunista de Cuba debe enfrentar la realidad de que el sistema actual no funciona y de que el empeoramiento del nivel de vida de los cubanos amenaza su poder, asegura la columnista Frida Ghitis en el diario estadounidense The Washington Post.

"Encerrar a las personas en la cárcel por decir eso es un paso vergonzoso en la dirección equivocada", alerta la periodista, quien considera que "el régimen está volviendo a las formas más primitivas de control mientras lucha por encontrar la forma de mantener a flote la economía y al Partido Comunista en el poder".

"El partido y sus líderes culpan al embargo estadounidense, que sin duda empeora la situación, pero está lejos de ser la razón principal de la crisis. Para los cubanos, nunca ha sido más evidente que el experimento comunista ha fracasado una vez más, y están cansados de vivir con las consecuencias de ese fracaso", apunta la experta en asuntos internacionales.

Ghitis recuerda que con la excepción del reino ermitaño de Corea del Norte, muchos países comunistas, como Vietnam, se han abierto al mercado y han impulsado la iniciativa privada para mejorar los niveles de vida. Pero Cuba es casi el único país comunista que no logra brindar medidas significativas de libertad económica y prosperidad a su gente.

Miguel Díaz-Canel junto al general Raúl Castro.

"Cuando la administración de Obama decidió normalizar las relaciones diplomáticas con Cuba, había muchas esperanzas de que el régimen aceptaría reformas muy necesarias. Pero está claro que el régimen no tiene interés en evolucionar. La represión actual ha impedido que el presidente Biden vuelva a comprometerse con el gobierno cubano, lo que había prometido hacer", indica el artículo de opinión.

La experta señala la represión desatada tras las protestas del 11 de julio, los juicios a más de 700 personas que no son los viejos disidentes o activistas a favor de la democracia sino "cubanos comunes de todos los ámbitos de la vida que nunca habían participado en una protesta".

"Este recrudecimiento de la represión no es lo que muchos cubanos esperaban cuando Díaz-Canel asumió la presidencia en 2018, reemplazando a Raúl Castro. Muchos esperaban que comenzara cambios hacia la liberalización. Pero la economía permanece estrictamente bajo el control del régimen", señala Ghitis.