Obama anuncia próximos pasos tras apertura de embajadas

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Un día histórico en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos

En una breve alocución de menos de 10 minutos, en los jardines de la Casa Blanca, el presidente Barack Obama anunció la reapertura de las embajadas de Estados Unidos y Cuba.

El presidente Barack Obama anunció esta mañana, oficialmente, la apertura de las embajadas de Estados Unidos y Cuba el 20 de julio.

En una breve alocución de menos de 10 minutos, en los jardines de la Casa Blanca, Barack Obama, acompañado por el vicepresidente Joe Biden, anunció la reapertura de las embajadas de Estados Unidos y Cuba, luego de más de medio siglo de ruptura diplomática entre ambas naciones.

El presidente estadounidense reiteró que más allá del acercamiento diplomático entre Cuba y Estados Unidos, persisten profundas diferencias entre ambos países.

El anuncio ocurre luego de poco más de seis meses de conversaciones entre Cuba y Estados Unidos, a raíz del sorpresivo restablecimiento de las relaciones diplomáticas, anunciado el pasado 17 de diciembre.

Obama adelantó los próximos pasos en este proceso de cambio, que incluyen el viaje oficial del secretario de Estado John Kerry a La Habana para izar la bandera estadounidense en la embajada y el incremento de contactos con los cubanos y el personal diplomático. Finalmente, reiteró su llamado al congreso en Washington a aprobar el levantamiento del embargo hacia el régimen de La Habana.

Entretanto, en Viena, Austria, el secretario de Estado John Kerry también se pronunciaba sobre la apertura de las embajadas.

Poco antes de las declaraciones de Obama y Kerry, Jeffrey DeLaurentis, jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba, en un gesto de formalidad y protocolo, entregó una carta de Obama a Raúl Castro, sobre la apertura de las embajadas. Lo mismo hizo el jefe de la Sección de Intereses de La Habana en Washington, José Ramón Cabañas, quien fue recibido en la mañana en el Departamento de Estado por el subsecretario de Estado, Anthony Blinken.

El Gobierno emitió una declaración en la que asegura que "al formalizar este paso, Cuba y los Estados Unidos ratificaron la intención de desarrollar relaciones respetuosas y de cooperación entre ambos pueblos y gobiernos".

Asimismo, el régimen reiteró sus condiciones para alcanzar una total normalización: La devolución de la Base Naval de Guantánamo; el cese de las transmisiones radiales y televisivas hacia Cuba; la eliminación de programas que, según el Gobierno cubano, están dirigidos a promover la subversión interna; y la compensación al pueblo cubano por daños humanos y económicos provocados por las políticas de Estados Unidos.