A los veteranos de guerra con una discapacidad no se les aplicará el recorte en las pensiones de los militares previsto en el acuerdo de diciembre.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, firmó este viernes un plan de gasto de 1,012 billones de dólares después de que el Senado le diera luz verde y tras ser aprobado el jueves en la Cámara de Representantes, de manera que queda despejado el temor a un nuevo cierre administrativo al menos hasta octubre.
El plan, aprobado con 72 votos a favor y 26 en contra, completa los detalles del histórico acuerdo presupuestario bipartidista aprobado en diciembre y dota con fondos a las agencias federales durante el año fiscal en marcha, es decir, hasta el mes de octubre.
Los fondos federales expiraban en principio la medianoche de ayer miércoles pero el Congreso aprobó una extensión de tres días, que ayer firmó Obama, para dar tiempo a que el plan fuera aprobado por las dos Cámaras y rubricado por el presidente.
Las cuentas permiten eliminar 45.000 millones de dólares de los recortes automáticos, en marcha desde marzo del año pasado por la falta de acuerdo entre los congresistas.
La ley detalla las partidas para una docena de áreas presupuestarias (desde agricultura hasta seguridad nacional) y permite que el Pentágono recupere unos 20.000 millones de dólares en fondos, se dote de financiación al programa educativo Head Start, al tiempo que asegura un aumento del 1 por ciento en los salarios de los funcionarios.
Además, sitúa el gasto para el Gobierno de Obama a un nivel similar al de los últimos años de la Administración de George W. Bush en términos nominales.
La norma no incluye finalmente ninguna medida para bloquear la reforma sanitaria de Barack Obama, contra la que batallan con dureza los republicanos desde su promulgación en 2010.
El cambio más importante que introduce la ley aprobada hoy es que a los veteranos de guerra con una discapacidad no se les aplicará el recorte en las pensiones de los militares previsto en el acuerdo de diciembre.
A pesar de las amenazas de bloqueo por parte del sector más conservador de las filas republicanas, el plan ha salido adelante porque ambos partidos coinciden en que lo que el país no puede permitirse otro nuevo cierre parcial, tras el del año pasado, que perjudicó no sólo la imagen del Gobierno, sino también la del Congreso y la de los legisladores de una y otra formación política.
El plan de gasto aprobado hoy se enmarca en el acuerdo presupuestario bipartidista aprobado en diciembre, que establece las prioridades de gasto del país hasta el otoño de 2015 y aleja el temor de una nueva parálisis administrativa tras tres años de dura batalla entre demócratas y republicanos por el presupuesto.
El plan, aprobado con 72 votos a favor y 26 en contra, completa los detalles del histórico acuerdo presupuestario bipartidista aprobado en diciembre y dota con fondos a las agencias federales durante el año fiscal en marcha, es decir, hasta el mes de octubre.
Los fondos federales expiraban en principio la medianoche de ayer miércoles pero el Congreso aprobó una extensión de tres días, que ayer firmó Obama, para dar tiempo a que el plan fuera aprobado por las dos Cámaras y rubricado por el presidente.
Las cuentas permiten eliminar 45.000 millones de dólares de los recortes automáticos, en marcha desde marzo del año pasado por la falta de acuerdo entre los congresistas.
La ley detalla las partidas para una docena de áreas presupuestarias (desde agricultura hasta seguridad nacional) y permite que el Pentágono recupere unos 20.000 millones de dólares en fondos, se dote de financiación al programa educativo Head Start, al tiempo que asegura un aumento del 1 por ciento en los salarios de los funcionarios.
Además, sitúa el gasto para el Gobierno de Obama a un nivel similar al de los últimos años de la Administración de George W. Bush en términos nominales.
La norma no incluye finalmente ninguna medida para bloquear la reforma sanitaria de Barack Obama, contra la que batallan con dureza los republicanos desde su promulgación en 2010.
El cambio más importante que introduce la ley aprobada hoy es que a los veteranos de guerra con una discapacidad no se les aplicará el recorte en las pensiones de los militares previsto en el acuerdo de diciembre.
A pesar de las amenazas de bloqueo por parte del sector más conservador de las filas republicanas, el plan ha salido adelante porque ambos partidos coinciden en que lo que el país no puede permitirse otro nuevo cierre parcial, tras el del año pasado, que perjudicó no sólo la imagen del Gobierno, sino también la del Congreso y la de los legisladores de una y otra formación política.
El plan de gasto aprobado hoy se enmarca en el acuerdo presupuestario bipartidista aprobado en diciembre, que establece las prioridades de gasto del país hasta el otoño de 2015 y aleja el temor de una nueva parálisis administrativa tras tres años de dura batalla entre demócratas y republicanos por el presupuesto.