Una "Europa fuerte y unida" es importante para el mundo, afirmó el martes en Atenas el presidente estadounidense Barack Obama, que reiteró la necesidad de reducir la deuda externa griega.
"Pensamos que una Europa fuerte, próspera y unida no es solamente positiva para los pueblos de Europa, lo es también para el mundo y para Estados Unidos", dijo Obama al ser recibido por el presidente griego Prokopis Pavlopoulos.
Barack Obama inició en la mañana del martes una gira por Grecia y Alemania y luego Perú, la última que realiza antes de dejar la Casa Blanca el próximo 20 de enero.
Es "importante" en "este último viaje al extranjero, visitar la cuna de la democracia", agregó Obama, que permanecerá en Grecia hasta el miércoles.
Tras reunirse con el primer ministro Alexis Tsipras, Obama dijo que "la austeridad por si sola" no permite lograr la prosperidad.
"Seguiré subrayando que, en nuestra opinión, la austeridad por sí sola no puede aportar prosperidad" dijo Obama ante Tsipras.
Obama recordó igualmente que le parecía importante reducir la deuda externa de Grecia.
El presidente estadounidense felicitó a los griegos por su gran compasión durante la crisis migratoria y pidió que no se los deje solos frente al fenómeno migratorio.
"Estamos de pie, a pesar de las dificultades de los últimos cinco años, seguimos defendiendo nuestros ideales", dijo por su parte Alexis Tsipras.
El miércoles, está prevista la jornada más simbólica, en la que el presidente estadounidense visitará la Acrópolis y después pronunciará un discurso sobre los desafíos de la globalización.
Existe expectativa sobre ese discurso en un momento de efervescencia de varios movimientos populistas, a ambos lados del Atlántico.
El 44º presidente de Estados Unidos había imaginado probablemente otro cariz para su último viaje como mandatario, pero la llegada de Trump a la Casa Blanca provoca sorpresa e inquietud.
Plantea además numerosas interrogantes sobre la política exterior de Estados Unidos, en particular en lo que tiene que ver con los acuerdos sobre el clima y la política nuclear de Irán.
El lunes, en Washington, Obama expresó cierta "preocupación", pero recalcó que el próximo mandatario tendrá problemas para cumplir sus promesas de echar por la borda el acuerdo nuclear con Irán y los tratados de combate al cambio climático.
"Se vuelve más difícil deshacer algo que está funcionando", advirtió Obama.
El miércoles Obama partirá de Atenas rumbo a Alemania donde se entrevistará con la canciller Angela Merkel.
En Berlín, Obama mantendrá encuentros además con el presidente francés François Hollande, la primera ministra británica Theresa May y el jefe de gobierno italiano Matteo Renzi.
El viaje de Obama debe culminar el próximo fin de semana en Perú, donde participará en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) y mantendrá se reunirá con el presidente chino Xi Jinping.
La de Obama "es una visita emblemática y excepcional, que marca un reconocimiento a los esfuerzos de los griegos para arreglar el tema de la deuda y estabilizar la región", destacó el portavoz del gobierno de Atenas, Dimitris Tzanakopoulos en una entrevista al diario progubernamental Avghi.
Tras la imposición de draconianas medidas de austeridad a cambio de un plan de rescate internacional, Grecia intenta salir de la recesión, con una leve recuperación económica.
"Creo fervientemente en que para realizar reformas que se sostengan en el tiempo la gente necesita esperanza", dijo Obama en una entrevista al diario griego Kathimerini, en la que prometió instar a los acreedores de Atenas "a tomar las medidas necesarias, en especial con respecto a un alivio de la deuda, para que (el país) pueda retomar un crecimiento económico robusto".
Si bien Estados Unidos cuenta con el apoyo del FMI, este tema topa con la intransigencia de Alemania, por lo que es poco probable que se logre un avance.