El presidente de EstadosUnidos, Barack Obama, sugirió el viernes que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, supervisó personalmente los ataques cibernéticos que sufrieron personas e instituciones del Partido Demócrata,que según funcionarios de inteligencia, se llevaron a cabo para favorecer al republicano Donald Trump.
El mandatario estadounidense evitó atribuir directamente al presidente ruso, la decisión de interferir en las elecciones, pero adelantó que sería difícil tomar una decisión de esta naturaleza sin su autorización.
"Pocas cosas pasan en Rusia si la aprobación de (su presidente) Vladimir Putin", en alusión a los pirateos informáticos sobre el Comité Nacional Demócrata (DNC, en inglés) y el jefe de campaña de Hillary Clinton, John Podesta. Esta es una operación muy jerárquica. No hay mucho debate
democrático", afirmó Obama en su rueda de prensa de fin de año.
Obama dijo que quiere darle tiempo a la inteligencia estadounidense para que presente un reporte antes de que entregue el poder a Trump el 20 de enero. "La inteligencia que he estado viendo me da una gran seguridad en sus evaluaciones de que los rusos llevaron adelante este hackeo", aseguró.
La polémica por la supuesta interferencia rusa en el proceso electoral se convirtió en el asunto dominante de la semana, al punto que los líderes de los dos principales partidos en el Congreso expresaron apoyo a algún tipo de investigación sobre las denuncias.
Sin embargo, Trump tachó de "ridículas" las conclusiones expresadas en el informe de la CIA, que según el diario The Washington Post fue presentada a senadores de los dos partidos.
Rusia ha negado las acusaciones estadounidenses de que"hackeó" correos electrónicos demócratas, lo que hizo que la cobertura de la prensa se enfocara en esos temas y no en las propuestas de la candidata Hillary Clinton.