El fiscal general de EstadosUnidos, Jeff Sessions, retomó el viernes un tema que ha enfurecido al presidente Donald Trump y criticó duramente lo que calificó como una "cultura de filtraciones", destacando que tales prácticas estaban obstaculizando la capacidad del Gobierno de proteger al país.
El Departamento de Justicia ha triplicado el número de investigaciones sobre filtraciones no autorizadas de información clasificada y cuatro personas ya fueron acusadas, dijo Sessions.
"Estamos tomando una posición", dijo a periodistas mientras anunciaba los esfuerzos del gobierno para combatir lo que calificó como un "número asombroso de filtraciones que están socavando la capacidad de nuestro gobierno para proteger a este país".
"Esta cultura de filtraciones debe detenerse", aseguró.
Sessions no divulgó inmediatamente la identidad de las cuatro personas acusadas, pero dijo que enfrentaban cargos por revelar ilegalmente información clasificada u ocultar contactos con funcionarios de inteligencia extranjeros.
Trump ha expresado repetidamente su malestar por un flujo constante de filtraciones a los medios de comunicación de informaciones vinculadas a él o a su administración desde que asumió el cargo en enero. Algunas de estas filtraciones se relacionan con las investigaciones sobre la posible injerencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016 en Estados Unidos, mientras que otras han buscado revelar luchas internas en la Casa Blanca.
En la última filtración importante, el Washington Post publicó el jueves transcripciones de las llamadas telefónicas que sostuvo Trump en los primeros días de su gobierno con el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, y con el primer ministro australiano, Malcolm Turnbull.
[Agencia Reuters]