OIM-ONU: Refugiados y migrantes venezolanos se enfrentan a pérdida de medios de vida, desalojos y discriminación

Migrantes venezolanos en un campo para refugiados en Bogotá, Colombia. (Raul Arboleda / AFP).

La ONG venezolana Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (PROVEA) expresó en su cuenta de twitter que desde el brote de COVID-19, los refugiados y migrantes venezolanos se enfrentan a la pérdida de medios de vida, desalojos y discriminación. Muchos no pueden acceder a instalaciones de salud e higiene y cumplir con las medidas de distanciamiento físico.

La organización venezolana incluyó en el mensaje una publicación hecha por la Organizacón Internacional para las Migraciones (OIM) -integrada como parte del sistema de la ONU en el año 2016- titulada Mientras la COVID-19 profundiza las dificultades de refugiados y migrantes de Venezuela, la necesidad de ayuda es cada vez más urgente.

La publicación describe la situación que atraviesan los migrantes y refugiados venezolanos producto del COVID-19 y explica que con la pandemia amenazando la seguridad y el futuro de millones de refugiados y migrantes de Venezuela y sus comunidades de acogida, más de 150 organizaciones que trabajan en 17 países de América Latina y el Caribe están pidiendo a la comunidad internacional un incremento urgente de apoyo.

Desde el brote de COVID-19, los refugiados y migrantes de Venezuela se enfrentan a numerosos desafíos, incluida la pérdida de medios de vida, los desalojos y el aumento de la estigmatización.

La OIM explica que a menudo muchos no pueden acceder a instalaciones básicas de salud e higiene y cumplir con las medidas de distanciamiento físico. Agrega que quienes viven en una situación irregular y sin documentación también corren el riesgo de quedar excluidos de los programas nacionales de salud y asistencia social.

“El coronavirus está presionando a nuestras sociedades de formas que nunca hubiéramos imaginado. A los refugiados y migrantes venezolanos, la pandemia los expone a dificultades aún mayores, ya que muchos ahora luchan por sobrevivir, lejos de casa ", dijo Eduardo Stein, Representante Especial Conjunto del ACNUR y la OIM para refugiados y migrantes de Venezuela.

Stein agregó que "los venezolanos en toda la región ahora se enfrentan al hambre, la falta de acceso a la atención médica, las perspectivas de la falta de vivienda y la xenofobia".

Cada vez más vulnerables, muchos también corren el riesgo de quedar expuestos a la violencia de género, la estigmatización, la explotación y el abuso, sostiene la publicación.

La OIM dijo que en respuesta, las organizaciones humanitarias revisaron el Plan de Respuesta Regional a Refugiados y Migrantes (RMRP), lanzado en noviembre de 2019. El plan regional de 1.350 millones de dólares priorizó actividades para abordar las necesidades más urgentes de protección, asistencia e integración de refugiados y migrantes de Venezuela. Los requerimientos actualizados del RMRP ahora ascienden a 1.410 millones de dólares, alrededor de un tercio están destinados a actividades específicas de COVID-19.

A esto agregaron que los principales incrementos apoyarán a refugiados y migrantes en situaciones extremadamente precarias, sobre todo aquellos que necesitan urgentemente alimentos, vivienda y servicios de salud. También cubrirá la provisión de equipos de protección personal y actividades destinadas a proporcionar información vital sobre la pandemia y los servicios disponibles.

El ente de la ONU sobre migraciones expresó que el RMRP complementa los esfuerzos que los gobiernos de la región han puesto en marcha para aliviar las necesidades de las comunidades de acogida. La inclusión de refugiados y migrantes en las respuestas y programas nacionales, que van desde la entrega de bienes básicos y canastas de alimentos, los esfuerzos de bienestar social y los destinados a detener los desalojos, ha sido y sigue siendo vital.

Dadas las medidas de cuarentena implementadas en toda la región, muchas de las actividades en el plan de respuesta se han ajustado para proporcionar asistencia remota, incluso a través de una mayor asistencia en efectivo.

Otras actividades priorizadas incluyen el establecimiento de instalaciones móviles de salud para la prueba y derivación de casos de COVID-19 y la adaptación de albergues con espacio físico adecuado y mejores condiciones sanitarias, expresaron.

Esto se suma a la prestación de apoyo técnico a las autoridades nacionales para complementar sus esfuerzos en la respuesta a la COVID-19 y el establecimiento de sistemas de alerta temprana y mecanismos de respuesta rápida para contener la propagación de la pandemia entre refugiados y migrantes.

La OIM hizo énfasis en que "resulta crucial que los refugiados y los migrantes, independientemente de su condición, sean incluidos en las respuestas nacionales de salud".

“Si bien la pandemia de la COVID-19 aún no ha alcanzado su punto máximo en América Latina, los servicios de salud pública ya sobrecargados continuarán siendo desafiados en los próximos meses. Instamos a la comunidad internacional a brindar generosamente apoyo a través de este plan de respuesta revisado”, sostuvo Stein.

La OIM alertó además que el plan de respuesta regional para los venezolanos tiene un grave déficit de financiación. Hasta la fecha, solo se ha cubierto el 4% de los fondos requeridos. Para respaldar el trabajo de las 151 organizaciones que forman parte de la respuesta de la Plataforma Regional de Coordinación Interagencial (R4V), se convocará una conferencia virtual de donantes a finales de mes.