Familiares de dos personas que fallecieron en un derrumbe en La Habana a principios de noviembre aseguraron a Radio Martí que las opciones de vivienda ofrecidas a la familia por el Gobierno local no reunían las condiciones para albergarlos a todos.
"Cuando aquello éramos 16, primos, hermanos, tíos, madre y abuela", dijo Amparo González, y las viviendas que les otorgaban no tenían "los parámetros" adecuados.
Lee también Una madre y su hija fallecen atrapadas en derrumbe en CubaGonzález residía desde tiempo atrás en la vivienda derrumbada, ubicada en la calle 19 entre 30 y 34, en Miramar, donde perdieron la vida su prima Yanet Pino, de 48 años, y la hija de ésta, de 13.
Según González a la familia le fue ofrecida una vivienda de dos cuartos y medio en la que solo cabían entre 5 y 8 personas, "¿y los demás, entonces, para dónde irían?", se cuestionó.
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Por último las autoridades de vivienda les ofrecieron "un plan de esfuerzo propio, y nosotros estuvimos de acuerdo (...) Era una ayuda que nos daban para nosotros asegurar la casa y hacerla por nuestro propio esfuerzo".
De acuerdo con este plan la familia recibiría dinero y materiales, y luego la familia tendría que pagar una cuota mensual. "Estábamos contentos y satisfechos (...) pero cuando fuimos con todos los documentos a vivienda nos dijeron que no podían hacer eso porque había pasado un huracán" y necesitaban esos recursos para otros damnificados en el barrio de Santa Fe.
Ante las opiniones de vecinos que aseguran que la familia se expuso al peligro al quedarse a vivir en el lugar pese a las advertencias de que podría derrumbarse, González dijo que "es necesario recopilar datos para poder llegar a conclusiones" porque pasaron mucho. Fueron "años, en esta situación", aseguró.
(Con reporte de Ivette Pacheco para Radio Martí)