Las elecciones presidenciales en Nicaragua, programadas para el próximo 7 de noviembre, despiertan el temor al fraude en los opositores nicaragüenses tras declaraciones del actual presidente del país, Daniel Ortega, en las que asegura que será el único vencedor, según un reporte de la agencia de noticias EFE.
Tras el anuncio hecho el pasado lunes por Ortega a través de un “mensaje a la nación”, proclamando que se llegará a un “gran acuerdo nacional, un gran diálogo nacional”, una vez terminados los comicios de noviembre, crece la preocupación entre opositores y activistas políticos en el país centroamericano.
En opinión del opositor Juan Sebastián Chamorro, informa EFE, “si Ortega está seguro de llamar a un diálogo nacional después de las elecciones, es porque pretende utilizar al Consejo Supremo Electoral (CSE)”, que de acuerdo con lo dicho por Chamorro, está “controlado” por Ortega quien, alega, tiene la intención de “robarse” las elecciones.
También Chamorro, que en ocasiones anteriores ha manifestado su interés por presentarse como candidato a la presidencia, el destino de Nicaragua podría tomar un “rumbo peligroso” en el caso de que Ortega ocupara el cargo en los siguientes cinco años.
En opinión del político opositor, el mensaje enviado por Daniel Ortega manifiesta “una total intención de minimizar de que estamos en un año electoral, que va a haber un proceso electoral y (este mensaje) tiene como objetivo realmente el de desmotivar o crear la impresión de que se las quiere robar”, señala EFE.
Según EFE, de acuerdo con lo expresado con Eliseo Núñez, otro político opositor, la intención de Ortega es clara: “Una vez que me robe las elecciones vuelvo a dialogar sobre temas económicos y ya dejan de joder con eso de las elecciones libres”.
Al respecto, razona el consejero político de Ciudadanos por la Libertad, partido de oposición, “A Ortega no le han comunicado la nueva realidad que el empresariado nicaragüense, en consecuencia de ese acuerdo con su Gobierno, se le responsabiliza (como) parte de la crisis institucional en el país y un acuerdo o resucitación de ese entendimiento, bajo las actuales condiciones, equivaldría a la estigmatización del sector empresarial”.
“Resulta no sólo contradictorio, sino ofensivo que Ortega hable de diálogo cuando al mismo tiempo implementa una ola de represión que incluye asesinatos extrajudiciales en el campo, presos políticos y persecución a la oposición”, ha dicho a EFE Félix Madariaga, conocido por su activismo político, quien además agrega “El mensaje entre líneas es que continuará con su decisión de imponer un sentido de falsa normalidad que bajo ningún punto debemos aceptar”.
(Con información de la Agencia EFE)