Organizaciones de la sociedad civil dentro y fuera de Cuba denunciaron este sábado que la parálisis sufrida por la presa política del 11J Angélica Garrido en la mitad de su cuerpo es el resultado de la "extrema violencia policial" de la que ha sido víctima durante su encarcelamiento.
Garrido fue condenada a 3 años de cárcel por participar en la manifestación del 11 de julio de 2021 en Quivicán, Mayabeque. En la prisión del Guatao, en La Habana, donde cumple sentencia, sufre el constante acoso de las autoridades del penal, que intentan impedir su libertad condicional en septiembre, lo cual le ha provocado mucho estrés, denunció este viernes su esposo a Radio Martí.
Lee también "Está loca por ver a los niños", presa política sufrió parálisis ante amenazas a su libertad condicionalSu hermana, María Cristina, fue condenada a 7 años de cárcel por motivos similares.
La Asociación de Madres y Familiares por la Amnistía, la Red Femenina de Cuba y el Consejo para la Transición Democrática señalaron en un comunicado conjunto que ambas mujeres son "paradigmas de honestidad, integridad y fortaleza", y se cuestionaron por qué esta violencia que ejerce el régimen cubano contra las mujeres permanece impune cuando organizaciones y convenciones internacionales la condenan.
En el comunicado, recuerdan que la Asamblea General de Naciones Unidas contempla ya la violencia “física, sexual y psicológica perpetrada o tolerada por el Estado”, y en su Artículo 4 recoge más de 17 deberes a cumplir por parte de los Estados para proteger de violencia a la mujer. También mencionan a la “Convención de Belén” y el Convenio de Estambul.
"Si el reconocimiento internacional es abundante, ¿por qué una y otra vez suceden estos episodios en nuestro país? Porque nuestras leyes no recogen entre las diferentes formas de violencia, ni la de género, en el ámbito privado, ni la institucional en el ámbito estatal", señalan las organizaciones firmantes.
Lee también Presa política del 11J fue hospitalizada por parálisis y ha sido devuelta a la cárcelEl texto subraya que el régimen cubano castiga a las mujeres y a sus familias para doblegarlas, pero comete el error de "desconocer la fuerza y la energía del amor que hace que las mujeres hablemos y actuemos sin temor, y de acuerdo a lo que sentimos".
Concluye el comunicado con una nota de admiración para Angélica y María Cristina Garrido: "En ellas nos miramos. La represión política sistemática contra ellas no logrará acallarlas ni acallarnos: es más, la entereza de mujeres como las hermanas Garrido, entre muchas otras, reverberará a lo largo del tiempo".